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"IAG antes del 2030": el fuerte anuncio que hizo el cofundador de Google, Sergey Brin

Durante la conferencia Google I/O, el cofundador de la compañía sorprendió al asegurar que el desarrollo de la inteligencia artificial general podría concretarse antes de que termine esta década.
Sergey Brin participó de una charla pública en la sede de Google y habló sobre el futuro de la inteligencia artificial. Foto: Google
Sergey Brin participó de una charla pública en la sede de Google y habló sobre el futuro de la inteligencia artificial. Foto: Google

Desde la llegada de ChatGPT, el mundo ha experimentado un verdadero boom en el desarrollo y uso de inteligencia artificial. La interacción entre humanos y sistemas automatizados se ha vuelto habitual, modificando la manera en que se trabaja, se aprende y se vive. En ese marco, la conferencia anual de Google no esquivó el tema y sorprendió al público cuando Sergey Brin, cofundador de la compañía, lanzó una afirmación que no pasó desapercibida: la inteligencia artificial general (IAG, por sus siglas en inglés) podría desarrollarse antes de que finalice la década.

¿Qué es la "IAG"?

Esta tecnología, aún hipotética, se define como la capacidad de una máquina para comprender y ejecutar cualquier tarea intelectual al nivel de un ser humano.

Brin, quien dejó su cargo ejecutivo en 2019 pero continúa colaborando con equipos de investigación en inteligencia artificial de Google, sostuvo además que es probable que en el futuro exista más de una IAG. Sus declaraciones se produjeron durante una charla pública con Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, quien expresó una visión más cautelosa respecto al cronograma de desarrollo de esta tecnología.

El concepto de IAG plantea una tecnología capaz de realizar cualquier tarea intelectual que hoy requiere de un ser humano.

Hassabis estimó que la llegada de la IAG se produciría después de 2030, aunque también abordó el componente emocional de estos sistemas. Señaló que una IAG tendría que contar con cierta capacidad para interpretar emociones, y agregó: “Creo que será casi una decisión de diseño si quisiéramos imitar las emociones. Creo que no hay ninguna razón por la que no pudiera serlo en teoría, pero podría ser diferente, o podría no ser necesario, o de hecho, no deseable, que tengan el tipo de reacciones emocionales que tenemos los humanos”.

Durante el encuentro, Brin también compartió su entusiasmo por el momento que atraviesa la industria informática, y aseguró: “Cualquiera que sea informático no debería estar jubilado ahora mismo”. Además, hizo un repaso por su trayectoria dentro de Google, reconociendo errores cometidos en el desarrollo de Google Glass, un proyecto de gafas inteligentes que la compañía abandonó hace una década. Admitió que desconocía aspectos clave de la cadena de suministro de productos electrónicos y subestimó la dificultad de producir estos dispositivos a un costo accesible.

Sin embargo, expresó optimismo respecto al relanzamiento del concepto, esta vez con dispositivos potenciados por inteligencia artificial y el respaldo de nuevos socios tecnológicos. Según explicó, estos aliados permitirán avanzar con mayor solidez en el diseño y fabricación de las nuevas gafas.

Horas antes de la charla, Google había presentado un prototipo de su nuevo proyecto de gafas inteligentes Android XR. A pesar del anuncio, la compañía no dio a conocer una fecha estimada para su salida al mercado.