Excursionistas dieron con un tesoro oculto que había permanecido enterrado un siglo

Durante una caminata en las montañas Krkonoše, dos excursionistas hicieron un descubrimiento inesperado: un tesoro compuesto por monedas de oro, joyas y objetos antiguos, oculto dentro de un montículo de piedras en un bosque de la colina Zvicina, en la República Checa, cerca de la frontera con Polonia.
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El tesoro fue entregada al Museo de Bohemia Oriental, que ahora analiza su origen y evalúa la posibilidad de que haya sido escondida por personas que huían de la persecución durante la Segunda Guerra Mundial.
En uno de los cofres se hallaron 598 monedas que abarcan un amplio período histórico, desde 1808 hasta 1915, con ejemplares procedentes de Francia, Bélgica, el Imperio Otomano, Rusia y la extinta Austria-Hungría. Algunas de estas piezas austríacas llevaban marcas de reemisión aplicadas en 1921 en provincias del antiguo Reino de Yugoslavia, como Serbia o Bosnia y Herzegovina.
“El tesoro permaneció bajo tierra, en el mejor de los casos, durante poco más de un siglo. Sin embargo, el año 1915 no es decisivo para establecer el momento en que fue enterrado”, explicó Vojtech Brádle, especialista en numismática del museo a cargo del análisis. “Esto se debe a la presencia de piezas con contramarcas, que podrían haberse añadido después de la Primera Guerra Mundial”, señaló en un comunicado traducido.
A apenas un metro de distancia, se encontró otra caja metálica que contenía 10 brazaletes, 16 pitilleras, una bolsa tejida con alambre fino, una cadena, un peine y un estuche de maquillaje. Todos los elementos estaban fabricados en un metal amarillo que podría tratarse de una aleación de oro. Los especialistas aún no han determinado la fecha exacta ni el origen preciso de estas piezas.
La última contramarca identificada en las monedas corresponde al año 1921, lo que, sumado a la proximidad del hallazgo con una antigua frontera entre asentamientos checos y alemanes, ha llevado a los investigadores a considerar que el tesoro pudo haber sido enterrado por personas que escapaban de la persecución del régimen nazi en 1938. Para el final de la Segunda Guerra Mundial, solo 14.000 de los 118.000 judíos de la región seguían con vida. El resto había emigrado o fue deportado a guetos como el de Theresienstadt o al campo de concentración de Auschwitz.
Otra posibilidad es que los objetos hayan sido ocultados después del conflicto. En 1945, más de tres millones de alemanes fueron expulsados del territorio checo debido a su presunta colaboración con el nazismo. "La lista de motivos por los que pudo haber sido enterrado es bastante clara. Están el inicio de la guerra, la deportación de checos y judíos, y luego la expulsión de los alemanes tras el conflicto. También hubo una reforma monetaria, que podría haber sido un factor”, explicó Miroslav Novák, jefe del departamento de arqueología del museo, en diálogo con Radio Prague International.
"No se trataba del valor nominal de las monedas, si valían cinco, diez o cien coronas. Lo que importaba no era lo que podían comprar, sino que estaban hechas de metal precioso", añadió.
El equipo del museo se encuentra analizando los objetos en busca de nuevas marcas y consultando archivos históricos que podrían ayudar a identificar a los antiguos propietarios del descubrimiento.