Expectativa mundial

Quién elige al próximo Papa y cómo es el proceso: claves del cónclave 2025

Qué establece la ley eclesiástica y cómo es el procedimiento que determinará el próximo pontífice. Hoy, miles de fieles despiden a Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor.

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MDZ Mundo domingo, 27 de abril de 2025 · 11:30 hs
Quién elige al próximo Papa y cómo es el proceso: claves del cónclave 2025
Expectativa por quién será ungido como el próximo Papa Foto: EFE

Mientras miles de fieles despiden al papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, los ojos del mundo ya comienzan a posarse en lo que será el cónclave que definirá al próximo pontífice. 

El proceso, cargado de simbolismo y tradición, marcará el rumbo del Vaticano y de millones de fieles alrededor del mundo. Según la normativa vaticana, el cónclave no puede comenzar durante los Novediales —los nueve días de misas por el alma del Papa fallecido— que se iniciaron con el entierro de Francisco, el 26 de abril, y concluirán el 4 de mayo.

La ley eclesiástica establece que el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después de la muerte del pontífice. Por lo tanto, el plazo para su inicio va del 5 al 10 de mayo. Finalmente, el camarlengo, el cardenal Kevin Farrell, anunció que el cónclave comenzará el lunes 5 de mayo.

¿Quién elige al nuevo Papa?

La responsabilidad de designar al sucesor de Pedro recae en el Colegio Cardenalicio, compuesto por los cardenales menores de 80 años al momento en que la sede queda vacante. En esta oportunidad, son 135 los cardenales electores, provenientes de 71 países, quienes tienen derecho a voto.

Este cuerpo refleja la diversidad geográfica y cultural de la Iglesia Católica, y será el encargado de discernir quién tomará las riendas del papado en un momento de profundos desafíos internos y externos.

¿Cómo es el proceso?

El cónclave se desarrolla en la Capilla Sixtina, en el Vaticano. Allí, los cardenales electores permanecen aislados del mundo exterior para garantizar un discernimiento libre de presiones.

La votación es secreta y puede realizarse hasta en cuatro rondas diarias. Para ser elegido, un candidato debe alcanzar una mayoría de dos tercios. Si no se logra, se continúa votando hasta lograr consenso.

Uno de los momentos más simbólicos es la fumata: cuando hay elección, se queman las papeletas con una sustancia que produce humo blanco. Si no hay acuerdo, el humo es negro. Una vez elegido, el nuevo Papa acepta el cargo y elige su nombre pontificio. Luego se presenta al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la histórica frase Habemus Papam.

Expectativa y debate previo

Antes del cónclave, los cardenales —electores y no electores— participan de las llamadas "congregaciones generales", encuentros informales donde se comparten diagnósticos y aspiraciones sobre el perfil del nuevo Papa.

En el ambiente se respira una mezcla de “responsabilidad”, “aprensión” y “esperanza”. Muchos coinciden en que la Iglesia necesita un liderazgo capaz de tender puentes, enfrentar divisiones internas y responder a los desafíos de un mundo en cambio constante.

Mientras tanto, los ojos del planeta siguen con atención este proceso que, una vez más, definirá el rostro del catolicismo global.

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