Más de 500 kilómetros: así es la megaestructura que Japón va a construir en Tokio
Esta estructura unirá la capital del país, Tokio, con Osaka.
Las megaestructuras han ganado protagonismo en los últimos años, pero algunas capturan más miradas que otras. Japón acaba de revelar un proyecto innovador que está dando mucho de qué hablar: una carretera con cinta transportadora, la más larga del mundo, que conectará Tokio y Osaka.
Este ambicioso proyecto, llamado Autoflow-Road Tokio-Osaka, cubrirá una distancia de 500 kilómetros y es liderado por el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón. La propuesta consiste en una autopista automatizada que operará sin pausa, moviendo grandes cantidades de mercancía las 24 horas del día.
Con un total de 515 kilómetros, esta cinta de transporte se convertirá en la más extensa de su tipo. Se prevé que las primeras pruebas de funcionamiento comiencen en 2027 y que, para 2030, la infraestructura esté en pleno uso, capaz de soportar hasta 25.000 camiones al día.
El ministerio japonés explicó que el sistema empleará contenedores de gran tamaño, que se desplazarán de forma continua sobre palés en un corredor protegido dentro de la autopista. Carretillas elevadoras automáticas se encargarán de cargar y descargar las mercancías, optimizando cada paso del proceso.
Conocé el proyecto en profundidad
El proyecto representa una inversión de 3,7 billones de yenes (24.000 millones de dólares) y promete reducir la dependencia de camiones y, con ello, las emisiones de carbono en Japón. "Necesitamos ser innovadores en la forma en que abordamos las carreteras", comentó Yuri Endo, subdirector del proyecto en el Ministerio. “El concepto clave de la 'autopista de flujo continuo' es crear espacios dedicados a la logística dentro de la red de carreteras, utilizando un sistema de transporte automatizado y sin personal, las 24 horas del día”, agregó.
Esta megaestructura se une a iniciativas similares en otros países, como Suiza, donde se está explorando una red de transporte subterránea, y el Reino Unido, que trabaja en un sistema de transporte automatizado de bajo costo en Londres.