La polémica historia de Camila y cómo se ganó el afecto de los británicos
Es el amor de la vida de Carlos, su confidente desde que eran jóvenes y su esposa desde hace 18 años.
El público se ha acostumbrado a ver a Camila al lado de su marido en los principales eventos y celebraciones nacionales e internacionales, pero - como ella misma ha admitido - no ha sido nada fácil.
Pocas mujeres han sido tan despreciadas públicamente como Camila Parker Bowles. Fue "la otra mujer" en la ruptura matrimonial del siglo, comparada sin cesar con Diana, princesa de Gales.
Al elegir a Carlos, puso su vida patas arriba. Durante años fue acosada por la prensa y su carácter y apariencia fueron atacados sin descanso. Pero ella capeó el temporal y, poco a poco, fue consolidando su posición como el miembro femenino más importante de la Familia Real.
Ha sido todo un viaje para la mujer de la que, se dice, el príncipe Carlos se enamoró inmediatamente cuando se conocieron a los 20 años.
La plena aceptación de la reina Isabel II tardó en llegar, pero en sus últimos años fue inequívoca en su apoyo a Camila. Puede que la reina consorte nunca consiga la plena aprobación del público, pero como ella misma dijo en una entrevista con la revista Vogue a principios de 2022: "Me sobrepongo a ello y sigo adelante. Hay que seguir con la vida".
La relación con Carlos
A principios de los años setenta fue presentada al joven príncipe Carlos. Según Jonathan Dimbleby, que escribió una biografía del príncipe, "ella era cariñosa, no tenía pretensiones y -con toda la intensidad del primer amor- él perdió su corazón por ella casi de inmediato".
Pero el momento no era el adecuado. Carlos apenas tenía 20 años y estaba haciendo carrera en la Marina. A finales de 1972 partió para un despliegue de ocho meses en el extranjero. Y mientras estaba fuera, Andrew le propuso matrimonio a Camila, y ella aceptó. ¿Por qué no esperar a que Carlos se lo pidiera? Los amigos especulan con que simplemente nunca se vio a sí misma como material para ser reina.
Por muy dolido que se sintiera Carlos, siguieron formando parte de la vida del uno y el otro. Se movían en los mismos círculos sociales, Carlos y Andrew jugaban al polo juntos, y la pareja le pidió a Carlos que fuera el padrino de su primer hijo, Tom. Las fotografías de Carlos y Camila en encuentros de polo muestran una relación relajada.
Divorcio y boda con Carlos
El divorcio de Camilla finalizó en 1995. El matrimonio de Carlos y Diana terminó oficialmente en 1996.
El hecho de que Camila eligiera estar con él, a pesar de la hostilidad pública y el trastorno que supuso para su propia familia, especialmente para sus dos hijos Tom y Laura, es una muestra de la fuerza de sus sentimientos hacia Carlos.?
Tom Parker Bowles habló de los días en que los paparazzi se escondían en los arbustos fuera de la casa familiar en Wiltshire. "Ya no hay nada que nadie pueda decir sobre nuestra familia que nos ofenda", escribió en el periódico "The Times" en 2017, y añadió: "Mi madre es a prueba de balas".
De esos días, Camila dijo: "A nadie le gusta que le miren todo el tiempo. Simplemente hay que encontrar la manera de vivir con ello".
Encontrar una forma de lidiar con las críticas se hizo aún más difícil en 1997, tras la muerte de Diana. Públicamente, Carlos se centró en sus hijos William y Harry, y Camila se retiró de la vista pública.?Pero su relación continuó.
La posición de Carlos era que Camila no era negociable en su vida, y así comenzó una campaña cuidadosamente coreografiada para rehabilitarla ante la opinión pública.
Durante muchos años continuó el debate sobre si ella sería conocida como reina. Aunque legalmente tiene derecho a usar ese título, la línea oficial era que se la conociera como princesa consorte, como forma de apaciguar a quienes la culpaban de la ruptura del matrimonio de Carlos con Diana.
Al final, el asunto fue resuelto por la reina, que dijo en 2022 que era su "sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camila sea conocida como reina consorte". Esta fue la confirmación de que Camila se había ganado su lugar al lado de Carlos. Se puso fin así a cualquier debate público.
A sus 75 años, la vida de Camila gira en torno a su marido y su familia. Puede que sus relaciones con los Windsor generen titulares, pero lejos de los focos Camila es también una entusiasta abuela de cinco nietos. Y ha conservado su casa de Wiltshire, Ray Mill House, a donde se escapa para relajarse.
Carlos y Camila llevan 18 años casados. En público, su conexión es evidente. Una mirada compartida, una risa... rara vez hay un acto en el que no parezcan compartir una broma privada.
El papel de rey es solitario, y la reticencia de Carlos a renunciar a Camila se debe quizás a que sabía que ella era la única persona que podía proporcionarle la compañía que necesitará en el papel que está asumiendo.