Guerra global

De la guerra de Ucrania a la guerra en Ucrania

Ucrania ha dejado de ser solo la víctima de la brutal agresión rusa para convertirse al mismo tiempo en víctima y escenario de un conflicto bélico que la trasciende, una auténtica guerra también para la OTAN, aunque en una cómoda tercera persona.

Carlos Alvarez Teijeiro
Carlos Alvarez Teijeiro domingo, 5 de febrero de 2023 · 07:00 hs
De la guerra de Ucrania a la guerra en Ucrania
La OTAN está poniendo a prueba en Ucrania sus capacidades de coordinación y respuesta frente a Moscú Foto: Sputnik News

Hace ya un buen tiempo que la eufemísticamente denominada por Rusia “operación militar especial” no es la guerra de Ucrania, sino la guerra en Ucrania.

En Ucrania combate Rusia contra ese país, pero también contra el apoyo armamentístico de la OTAN, el financiero procedente de Estados Unidos y la Unión Europea y el político de casi toda la comunidad internacional, en especial el de quienes han aplicado sanciones económicas al Kremlin que, al menos hasta ahora, se han revelado completamente ineficaces.

Desde el comienzo de la guerra, Estados Unidos ha destinado a Ucrania US$ 51.000 millones, casi la mitad en ayuda militar.

Foto: DPA. Volodímir Zelenski en su visita a la Casa Blanca el pasado 21 de diciembre.

Cuando una nación se defiende del invasor utilizando armas proporcionadas por los 30 países que integran la OTAN, ha dejado de ser tan solo víctima de la guerra para convertirse también -y sobre todo- en su único territorio.

Sin dejar de ofrecer ayuda militar por motivos genuinos, defender la libertad de un pueblo invadido, la OTAN también está librando en Ucrania su propia guerra estratégica a pequeña escala contra Rusia, también está midiendo sus fuerzas y sus capacidades de coordinación y respuesta frente a Moscú.

Para la OTAN, la de Ucrania es una guerra de daños colaterales controlados y previstos en tanto que no puede exceder las fronteras de ese país.

Foto: EFE. El noruego Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.

De hecho, el principal socio de la Alianza Atlántica, Estados Unidos, se ha cuidado mucho de no entregar a Kiev armamento que le permita atacar territorio ruso y provocar una escalada bélica incontrolable, algo que por el momento solo le resulta posible con modestas acciones de sabotaje.

Así ha ocurrido con la negativa de la administración Biden ante el ruego casi desesperado de Volodímir Zelenski para hacerse con drones de largo alcance cuya autonomía de vuelo les permitiría atacar Rusia, Bielorrusia y regresar a territorio ucraniano.

Foto: US Air Force. El dron Gray Eagle MQ-1C tiene una autonomía de vuelo de 25 horas y carga hasta 680 kg de armamento.

La OTAN y la Unión Europea quieren ayudar a Ucrania y lo están haciendo, no cabe duda, pero ante la posibilidad de un desenlace nuclear buscan al mismo tiempo ayudarse sobre todo a sí mismas. 

Mientras tanto, la guerra de Ucrania es cada vez más la guerra en Ucrania y, teniendo en cuenta el poder de los contrincantes, es muy posible que dure mucho más de lo que todos quisieran y que tristemente se cobre la vida de decenas de miles de personas -militares y civiles, adultos y niños- y provoque millones de desplazados, algo que ya está ocurriendo.

Eso sí: solo ucranianos en este caso.

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