¿Son de otro planeta?

Las misteriosas piedras que crecen, se reproducen y respiran: sus habitantes las llaman "trovants"

Algunos investigadores advierten que estas fascinantes rocas pueden reproducirse e incluso respirar, aunque esto sucedería en una escala micro, entre dos y tres semanas por respiración.

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MDZ Mundo miércoles, 12 de agosto de 2020 · 16:28 hs
Las misteriosas piedras que crecen, se reproducen y respiran: sus habitantes las llaman "trovants"

Algo que parece inédito es cierto, solo mantiene un sesgo de misterio. Existen piedras en nuestro planeta que crecen, se reproducen y hasta respiran. Las llaman "Trovants".

Este fenómeno se da en un pueblo de Rumania, Costeşti, donde estas formaciones rocosas están vivas y son únicas gracias a su capacidad de multiplicarse.

Claramente a simple vista no se percibe que crezcan pero los especialistas descubrieron estos los secretos. Están formadas por un núcleo de piedra dura, y el resto está compuesto de arena, dispuesta a modo de caparazón.

Los científicos determinaron que tienen una antigüedad de 6 millones de años y en su principio habrían sido unos pequeños guijarros hasta alcanzar en la actualidad los 10 metros. Pero no crecen rápido: pueden tardar 1.000 años en aumentar entre 4 y 5 centímetros.

El secreto para el crecimiento de estas piedras se esconde en el agua, concretamente en aquella que es rica en carbonato de calcio, esencial para hacer que la roca crezca en presencia de agua de lluvia, pero los científicos no pueden explicar como crean materia nueva.

Pero lo más enigmático de estas piedras es que se pueden desplazar. Para dar una explicación a este increíble movimiento, han surgido algunas teorías como la existencia de un extraño magnetismo o que en esta región hay desconocidos vórtices de energía.

Las trovants fueron descubiertas a principios de los años '40, cuando observaron que cientos de rocas esparcidas por el valle dejaban unas misteriosas huellas, como si se hubieran desplazado. Algunas son pequeñas, pero otras pueden llegar a pesar hasta 320 kilos.

La rocas fueron declaradas monumento de la humanidad por la Unesco y siguen encerrando misterios por ahora inexplicables. Para verlas hay que ir a Costeşti a lo largo del  río en Gresarea Brook, aproximadamente a 15 km de Horezu.

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