Tras las protestas, habrá restricciones pero no toque de queda en Serbia

El gobierno de Serbia decretó hoy nuevas restricciones a la circulación de personas ante un rebrote del coronavirus pero no el toque de queda por todo el fin de semana que el presidente Aleksandar Vucic había anunciado días atrás y que causó en Belgrado dos noches de protestas que dejaron cerca de un centenar de heridos.

Las medidas regirán en la capital, donde las personas deberán guardar distancia de cuatro metros cuadrados en espacios públicos, no podrán reunirse más de 10, y los comercios -incluidos restaurantes y bares- no podrán trabajar entre las 21 y las 6 del día siguiente, informó la primera ministra, Ana Brnabic.

“Las medidas son provisionales, dependerán de los efectos y serán retiradas en cuanto haya condiciones para un vida más normal”, dijo Brnabic, quien sostuvo que son necesarias ante “la crítica situación en Belgrado”, donde está cerca de saturarse la capacidad de los hospitales.

Belgrado, con 1,7 millones de habitantes, es la ciudad más afectada por el repunte de contagios registrado en las últimas tres semanas en Serbia, que acumulaba 17.342 casos confirmados y 352 muertes por la enfermedad, según la agencia de noticias EFE.

Ya la semana pasada el gobierno impuso nuevamente el uso obligatorio de barbijos y el distanciamiento social en los espacios públicos.

Este martes, Vucic dijo que impondría toque de queda desde las 18 de mañana hasta las 5 del lunes y el anuncio fue resistido por miles de personas que salieron a protestar en el centro de Belgrado y protagonizaron choques con la policía que dejaron al menos 60 heridos y 23 detenidos en la noche del martes y 36 heridos anoche, según fuentes oficiales.

También hubo protestas en ciudades como Novi Sad, en el norte del país, y Nis, en el sur, en las que periodistas denunciaron agresiones tanto por parte de la policía como de manifestantes violentos.

El ministro del Interior, Nebojsa Stefanovic, dijo que los disturbios fueron provocados por quienes ejercen “violencia y el intento de asumir el poder sin la voluntad del pueblo”, después de que Vucic responsabilizara a “derechistas, criminales y opositores”, y rechazó que estuvieran relacionados con la Covid-19.

Algunos de los manifestantes y parte de la oposición critican a Vucic por haber permitido en las últimas semanas actos masivos con el objetivo de facilitar la victoria de su formación en las elecciones legislativas del pasado 21 de junio.