Aumenta la tensión entre Estados Unidos e Irán

Cuando se firmó el documento el 14 de julio de 2015, luego de diez años de negociaciones, muchos de los países firmantes miraban con desconfianza a Teherán, influenciados por Estados Unidos e Israel, que lo consideran una amenaza militar.

Sin embargo, el acuerdo servía para limitar la capacidad de producir bombas atómicas del país, a cambio de levantar sanciones internacionales impuestas por EEUU, la ONU y la Unión Europea. Durante 10 años Irán no podría tener más de 5.60 centrifugadoras en la central de Natanz, cuando previamente contaba con 20.000. Además, los iraníes se comprometían a reducir las reservas de uranio en un 98 %, hasta los 300 kilogramos.

Pero desde la llegada del gobierno de Donald Trump, el acuerdo comenzó a desmoronarse. Estados Unidos impuso nuevas sanciones económicas a los iraníes. Al mismo tiempo, el ente que controla que el país asiático cumpla con las normas confirmaba que era así y que Irán mantenía las limitaciones a las que se había comprometido. Pero disgustados por el accionar estadounidense, dejaron de hacerlo.

Alemania, Francia y Reino Unido, otros de los firmantes del compromiso, han intentado mantenerlo a flote por medio de compensaciones a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Al mismo tiempo entró en escena Rusia, quien comenzó a apoyar a los iraníes, aunque argumentando que estos debían cumplir lo prometido.

Tanto Rusia como China se han opuesto a distintas mociones estadounidenses en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Irán.

Por su parte los iraníes, advirtieron que seguirán aumentando su producción de no recibir el apoyo y cumplimiento por parte del resto de los firmantes del acuerdo.

"No queremos abandonar el acuerdo. La sociedad iraní y el mundo entero deberían saber que hoy no es el final del Jcpoa. Se trata de un nuevo paso en el marco" de este convenio, señaló en 2019 el moderado presidente iraní Hasan Rohani.

Pero la situación se agravó en los últimos meses. Desde el ente controlador informaron que se encuentran con la falta de cooperación iraní respecto a las inspecciones. Al mismo tiempo, el asesinato del general Qasem Soleimani, aumentó la tensión entre los países.

No hay certeza de como seguirá la situación o de qué influencia puede tener una posible reelección o una derrota del presidente Donald Trump, lo que si es cierto es que la mayor parte de los países involucrados están intentando mantener el convenio a flote.