Coronavirus Covid-19

Pandemia: Los multimillonarios hacen cuarentena en sus islas privadas

Las islas privadas, un lujo al alcance de solo unos pocos multimillonarios, se han erigido en el lugar perfecto para pasar la cuarentena a la que nos ha abocado el coronavirus.

MDZ Mundo
MDZ Mundo viernes, 20 de marzo de 2020 · 08:44 hs
Pandemia: Los multimillonarios hacen cuarentena en sus islas privadas
Necker Island.

El confinamiento al que nos ha abocado el coronavirus algunos lo viven de manera radicalmente distinta al resto de los mortales. Quienes son dueños de carteras lo suficientemente abultadas no se encierran en casa sino en islas privadas (un lujo extraordinariamente útil en los tiempos que corren).

Richard Branson, el carismático fundador de Virgin, compró, por ejemplo, hace 40 años su primera isla privada, Necker Island, emplazada en los Islas Vírgenes Británicas, bañadas por las cálidas aguas del mar Caribe.

Branson puso sus ojos en esta isla paradisiaca con la intención de conquistar a la mujer de sus sueños. En un principio le pidieron que desembolsara 6 millones de dólares para adquirirla, pero por aquel entonces (corría el año 1978), Branson no disponía de esa cantidad en sus arcas y ofreció al agente inmobiliario que le mostró la isla lo máximo que podía pagar por aquella época: 100.000 dólares.

El agente declinó la oferta del bueno de Branson, pero una año después contactó de nuevo con el fundador de Virgin. En todos un año nadie más había mostrado interés en comprar la isla, por lo que se la ofreció a Branson por apenas 180.000 euros a condición de construyera allí un resort en un plazo de cuatro años. Y el empresario británico no dudó en aceptar la oferta, según recoge WirschaftsWoche.

Necker Island. 

En todo el mundo hay actualmente varios centenares de islas privadas en venta. Equipadas con suntuosas villas y carísimos yates, tales islas son en su mayoría un lujo que solo los más ricos pueden permitirse.

Ser dueño de una isla privada procura protección al que la compra y acaba convirtiéndose también en un símbolo de estatus. La fortuna personal de Branson está estimada, por ejemplo, en 4.000 millones de dólares.

  • Empresarios  multimillonarios como Richard Branson o Bernald Arnault son dueños desde hace tiempo de islas privadas

El empresario francés Bernard Arnault (propietario del gigante del lujo LVHM) es dueño desde 1999 de una isla adscrita al archipiélago de las Bahamas (Indigo Island) y su fortuna ronda los 100.000 millones de dólares. Su compañía ha copado un buen número de titulares en los últimos días tras anunciar que fabricaría geles desinfectantes en lugar de perfumes para hacer frente a la pandemia del coronavirus.

Indigo.

Otro multimillonario con isla privada es el actor Johnny Depp, que en 2004 desembolsó por una isla sita también en las Bahamas (Little Hall's Pond Cay) 3,6 millones de dólares, un precio oneroso pero convertido casi en "calderilla" para alguien con una fortuna de las extraordinarias dimensiones del actor estadounidense.

Para quienes pueden permitirse el lujo de comprar islas privadas el dinero invertido merece desde luego la pena. "Creo que no he visto nunca antes un sitio tan limpio y tan bonito", asegura Depp, que valora especialmente el sentimiento de libertad que le procura su isla.

Little Hall's Pond Cay.

En ocasiones las islas privadas se compran no solo para hacer uso exclusivo de ellas sino para enfocarlas al turismo VIP y recibir a huéspedes dispuestos a pagar cantidades absolutamente estratosféricas por alojarse allí.

Al multimillonario checo Jiri Smejc la construcción de un resort de lujo en la isla de Velaa (Maldivas) le habría costado la friolera de 200 millones de dólares. Y la hija del multimillonario ruso Dimitri Rybolowlew quiere invertir 180 millones de euros en un nuevo resort de lujo en la isla griega de Skorpios. El complejo iba a abrir en principio este año, pero su construcción se ha postergado y no se inaugurará previsiblemente hasta el año 2022.

Las islas privadas de los multimillonarios no son ajenas, de todos modos, a los desastres naturales. La isla de Necker, propiedad de Branson, fue devastada, por ejemplo, en 2017 por un huracán. Y los daños ocasionados en la isla no han sido reparados hasta hace poco. 

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