Las claves de la polémica ley en Francia contra el terrorismo islámico

Francia se encamina a ratificar mañana la polémica ley contra el separatismo religioso, impulsada por el presidente Emmanuel Macron y con la que se pretende luchar contra la expansión del islamismo radical y defender los valores de la república, luego de los ataques terroristas ocurridos en los últimos meses.

La norma, que será presentada el miércoles ante el Consejo de Ministros, ha sido fuertemente criticada en el exterior, especialmente por los países de mayoría musulmana, ya que limita severamente la enseñanza religiosa y pretende controlar los sistemas educativos privados vinculados al islam.

En ese sentido, la ley propiciada por Macron restringe drásticamente la educación fuera de los centros escolares, lo que se estima afectará a más de 100.000 estudiantes que se forman al margen del sistema educativo presencial francés. Sin embargo, el Consejo de Estado francés (órgano consultivo independiente de los poderes estatales) considera que este aspecto del proyecto roza la inconstitucionalidad, publicó el portal Euronews.

Por otro lado, el Gobierno francés intentará reforzar el control de las escuelas privadas no contractuales, en su mayoría religiosas, y extender a todos los estudiantes la identificación nacional que se aplica a los alumnos convencionales.

Otro aspecto polémico del proyecto de ley es la calificación de un nuevo delito relacionado con amenazas de muerte y la divulgación de información privada a través de las redes sociales, para lo cual se creará una unidad especializada dentro del Ministerio Público. Este punto surgió como medida para evitar nuevos asesinatos terroristas como el de Samuel Paty, el docente que fue decapitado por mostrar las caricaturas de Mahoma en clase.

Por último, el proyecto de ley también trata de atajar la radicalización en las asociaciones religiosas, ampliando los motivos para disolverlas y limitando su financiación exterior.

Macron plantea un doble objetivo: frenar una creciente radicalización religiosa que amenaza los valores laicos del Estado, e impedir que la ultraderecha se apropie del tema de cara a las elecciones presidenciales de 2022, dado que los actos terroristas son temas que preocupan a la sociedad francesa que podría verse seducida por los discursos xenófobos de la ultraderecha, que viene ganando espacios en los últimos comicios.

Además de los países musulmanes, que acusan al presidente francés de querer estigmatizar el Islam, otras naciones también criticaron la medida. El representante de Estados Unidos para la libertad de culto, Sam Brownback, ha expresado este martes su "preocupación" por las medidas adoptadas en Francia contra el extremismo islámico.