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A todo o nada: la feroz estrategia de Trump para conseguir la reelección

El presidente estadounidense desplegará una intensa estrategia que apuntará a judicializar la pelea con su rival, el demócrata Joe Biden, desplegando una serie de denuncias por presunto fraude electoral que incluyen además solicitudes para impedir la finalización del escrutinio en varios estados.

Los resultados de las elecciones en Estados Unidos serán los más reñidos de los últimos años, por lo que el presidente y candidato republicano, Donald Trump, desplegará una intensa estrategia que apuntará a judicializar la pelea con su rival, el demócrata Joe Biden, desplegando una serie de denuncias por presunto fraude electoral que incluyen además solicitudes para impedir la finalización del escrutinio en varios estados como Pensilvania y Michigan, que podrían definir el curso de los comicios.

El equipo de campaña del mandatario republicano pidió una interrupción temporal del conteo en ambos estados hasta que se dé acceso "significativo" en numerosos lugares y puedan revisar las boletas que ya se procesaron, debido a que se trata de varios estados indecisos que son cruciales para el resultado de las elecciones presidenciales y cuya impugnación podría determinar si Trump se mantiene por cuatro años más en la Casa Blanca.

De hecho, en Michigan, Trump se encuentra por detrás de Biden, al punto que las proyecciones de los principales medios ya dieron la victoria demócrata. En uno de los principales centros de votación de uno de los territorios en disputa, el estadio TCF Center de Detroit, la jornada de ayer se desarrolló bajo el control de los policías del condado y gran cantidad de observadores electorales de ambos partidos políticos.

Las repercusiones no se hicieron esperar. Mark Brewer, un expresidente del partido demócrata estatal que ofició de abogado voluntario durante el recuento de boletas de ayer, afirmó que el bloqueo que demanda la campaña de Trump no existió. "Esta es la mejor operación de conteo de votos ausentes que ha tenido Detroit. Están contando los votos de manera muy eficiente, a pesar de las tácticas de obstrucción de los republicanos", expresó Brewer. Allí, los demócratas consideran que la petición es improbable.

En paralelo, los republicanos planean otras acciones legales relacionados con el voto ausente en Pensilvania y Nevada, impugnando decisiones locales que podrían adquirir importancia nacional en las elecciones cerradas.

Pensilvania se convertirá en una prueba de fuego para Trump, ya que si bien en ese importante estado de perfil industrial continúa con ventaja, el margen se reduce a medida que prosigue el conteo de boletas enviadas por correo.

En esa línea, el equipo del mandatario busca intervenir en la Corte Suprema por un caso de ese estado que analiza si las boletas recibidas hasta tres días después de la elección -de miércoles a viernes- son válidas y pueden contarse. Pese a que los jueces conservadores indicaron que podrían volver a examinar el tema después de las elecciones, el tribunal superior se negó antes de las elecciones a descartar los votos ya emitidos.

En la misma línea, la Corte Suprema también se negó a bloquear una prórroga para la recepción y recuento de votos ausentes en Carolina del Norte, más allá de los tres días establecidos por la ley estatal.

Asimismo, la campaña de Trump también informó que pedirá un recuento en Wisconsin, luego de que el director de la campaña, Bill Stepien, manifestara "irregularidades en varios condados de Wisconsin".

A contramano de la postura de la campaña de Trump, que Biden describió como "escandalosa, sin precedentes e incorrecta", el exvicepresidente dio la bienvenida al conteo de votos en curso y un abogado de la campaña de Biden aseguró que estaban listos para cualquier pelea legal, informó la agencia de noticias Télam.