El Vaticano impacta en Washington con la designación de su nuevo obispo
Según informó Cameron Doody en Religión Digital, Gregory, de 71 años, cumplirá este año 46 años de sacerdote y 36 de obispo. Desde 1983 to 1994 fue obispo auxiliar de su ciudad natal, Chicago, sirviendo bajo su maestro teológico, el cardenal progresista Joseph Bernardin. En 1994 fue nombrado arzobispo de Belleville, en el mismo estado de Illinois, puesto en el que permaneció hasta 2004, cuando fue trasladado a su actual cargo.
El papa Francisco nombró arzobispo de Washington este jueves al actual arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory. Entre las prioridades de quien se convertirá en el primer arzobispo afroamericano de la capital estadounidense y, previsiblemente, en el primer cardenal negro del país norteamericano, estará la de recuperar la confianza entre fieles y público tras el escándalo de los abusos sexuales.
Según informó Cameron Doody en Religión Digital, Gregory, de 71 años, cumplirá este año 46 años de sacerdote y 36 de obispo. Desde 1983 to 1994 fue obispo auxiliar de su ciudad natal, Chicago, sirviendo bajo su maestro teológico, el cardenal progresista Joseph Bernardin. En 1994 fue nombrado arzobispo de Belleville, en el mismo estado de Illinois, puesto en el que permaneció hasta 2004, cuando fue trasladado a su actual cargo.
En Washington Gregory sustituirá al cardenal Donald Wuerl, quien ha permanecido en la capital como administrador apostólico desde que renunció al cargo en octubre del año pasado presionado por el escándalo de su predecesor, el ya ex-cardenal y ex-sacerdote abusador Theodore McCarrick.
A pesar de las dudas que se han expresado tanto en EEUU como en Roma por la avanzada edad de Gregory -pues solo tendrá unos cuatro años en Washington hasta que sea obligado a presentar su renuncia al pontífice- parece que su experiencia ha ganado la partida. El hasta ahora arzobispo de Atlanta se ha ganado la fama de buen administrador y enemigo implacable de la pederastia, sobre todo por su etapa al frente de la Conferencia Episcopal entre 2001 y 2004.
En pleno escándalo de los abusos de Spotlight, en Boston, Gregory consiguió implementar los actuales protocolos anti-abusos de la Iglesia estadounidense, siendo reconocido en 2002 por la revista Time por su compromiso con la protección de los menores.