La OMS alerta sobre el riesgo de una pandemia mundial
La prioridad sanitaria en este siglo es evitar la propagación de las enfermedades infecciosas para prevenir una pandemia mundial, según el informe anual 2007 de la Organización Mundial de la Salud difundido hoy. La OMS considera que están surgiendo nuevas enfermedades sin precedentes.Además, ha detectado en el último lustro más de 1.100 eventos epidémicos.

El informe anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue difundido ayer, justo un día después de saberse públicamente que la gripe aviar se ha cobrado otras tres nuevas víctimas mortales en apenas una semana en Indonesia, donde en lo que va de año ya han muerto 25 personas a causa del virus H5N1. Además, también han dado positivo en los análisis de dicho virus cuatro patos hallados muertos en las aguas del lago Stock, en Rhodes, al este de Francia.
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En el texto, la OMS recuerda que las compañías aéreas transportan a más de 2.000 millones de pasajeros anualmente, "disparando así las oportunidades de los agentes infecciosos y sus vectores para propagarse rápidamente de un país a otro". "Un brote o epidemia en cierto lugar del mundo puede convertirse en apenas unas horas en una amenaza inminente en cualquier otro punto del planeta", añade el informe
El cólera, la fiebre amarilla y las meningococias epidémicas han reaparecido en el último cuarto de siglo y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos amenaza gravemente la lucha contra las enfermedades infecciosas, según alerta la organización.
Asimismo, la OMS destaca con pesar el crecimiento de la resistencia a los fármacos y la aparición de nuevas enfermedades transmitidas por los alimentos, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, asociada a la encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como "síndrome de las vaca locas".
El informe señala tres nuevas amenazas para la salud surgidas en el siglo XXI: el bioterrorismo, la aparición del SRAG (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave) y el vertido de residuos químicos tóxicos. "El SRAG, primera enfermedad aparecida en este siglo, confirmó el temor, generado por la amenaza bioterrorista, de que un agente patógeno nuevo o poco común pueda tener profundas repercusiones en la salud pública y la seguridad económica a escala internacional". De hecho, la OMS confiesa que "sería pecar de gran ingenuidad y exceso de confianza suponer que no surgirá tarde o temprano otra enfermedad como el Sida, la fiebre hemorrágica del Ebola o el SRAG".
"Si emergiera un virus pandémico plenamente transmisible, no se podrá evitar la propagación de la enfermedad, que afectaría a aproximadamente al 25% por ciento de la población mundial", agrega el texto. "Los científicos están de acuerdo en que persiste el riesgo de una pandemia, la cuestión no es si se producirá, sino cuándo", subraya el informe, que se refiere a virus como el de la gripe aviar.
Por eso, según la organización, se hace esencial la exigencia de que todos los países cuenten con la capacidad básica para detectar enfermedades y colaboren entre sí ante las emergencias de salud pública de importancia internacional. "Muchas de las emergencias de salud pública descritas en este informe podrían haberse prevenido o controlado mejor si los países afectados hubiesen dispuesto de unos sistemas de salud más sólidos y mejor preparados" y, sobre todo, si se hubiera alertado a la comunidad internacional. Por todo ello, la OMS aboga por el total cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) aprobado en el 2005 y que entró en vigor en junio del 2007.
La finalidad del Reglamento es detener las enfermedades en el lugar de origen y en sus fronteras internacionales a través de la prevención, detección y evaluación de los incidentes que puedan constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional. De hecho, la notificación internacional es obligatoria cuando se presenta un solo caso de una enfermedad que pueda poner en peligro la seguridad sanitaria mundial. Porque, según el informe, "ningún país, ni rico ni pobre, está suficientemente protegido frente a la llegada de una enfermedad nueva a su territorio o a las perturbaciones que ello puede causar".
En 1951, cuando la OMS emitió sus primeras regulaciones internacionales, la situación era estable. La gente viajaba en barco, con lo que la propagación no era tan rápida. Enfermedades nuevas eran muy raras en esa época. Ello ha cambiado con la llegada de los aviones .
Hoy hay 39 patógenos nuevos que no se conocían hace una generación, incluyendo el sida, la fiebre hemorrágica ébola, o el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). ''Sería extremadamente inocente y complaciente pensar que no habrá otra enfermedad como el sida, otro ébola, u otro SARS tarde o temprano'', dijo el informe.
"Si emergiera un virus pandémico plenamente transmisible, no se podrá evitar la propagación de la enfermedad, que afectaría a aproximadamente al 25% por ciento de la población mundial", agrega el texto. "Los científicos están de acuerdo en que persiste el riesgo de una pandemia, la cuestión no es si se producirá, sino cuándo", subraya el informe, que se refiere a virus como el de la gripe aviar.
Por eso, según la organización, se hace esencial la exigencia de que todos los países cuenten con la capacidad básica para detectar enfermedades y colaboren entre sí ante las emergencias de salud pública de importancia internacional. "Muchas de las emergencias de salud pública descritas en este informe podrían haberse prevenido o controlado mejor si los países afectados hubiesen dispuesto de unos sistemas de salud más sólidos y mejor preparados" y, sobre todo, si se hubiera alertado a la comunidad internacional. Por todo ello, la OMS aboga por el total cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) aprobado en el 2005 y que entró en vigor en junio del 2007.
La finalidad del Reglamento es detener las enfermedades en el lugar de origen y en sus fronteras internacionales a través de la prevención, detección y evaluación de los incidentes que puedan constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional. De hecho, la notificación internacional es obligatoria cuando se presenta un solo caso de una enfermedad que pueda poner en peligro la seguridad sanitaria mundial. Porque, según el informe, "ningún país, ni rico ni pobre, está suficientemente protegido frente a la llegada de una enfermedad nueva a su territorio o a las perturbaciones que ello puede causar".
En 1951, cuando la OMS emitió sus primeras regulaciones internacionales, la situación era estable. La gente viajaba en barco, con lo que la propagación no era tan rápida. Enfermedades nuevas eran muy raras en esa época. Ello ha cambiado con la llegada de los aviones .
Hoy hay 39 patógenos nuevos que no se conocían hace una generación, incluyendo el sida, la fiebre hemorrágica ébola, o el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). ''Sería extremadamente inocente y complaciente pensar que no habrá otra enfermedad como el sida, otro ébola, u otro SARS tarde o temprano'', dijo el informe.