Así imaginó la inteligencia artificial a Tenochtitlán si el Imperio azteca no hubiese caído
La inteligencia artificial recreó una versión moderna de Tenochtitlán, combinando rascacielos, canales y templos aztecas en una ciudad futurista que conserva su alma ancestral.
Ruinas del Templo Mayor, en el corazón de Ciudad de México, donde alguna vez se erigió la imponente capital del Imperio azteca.
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La inteligencia artificial sigue demostrando que su alcance va mucho más allá de los textos o los asistentes virtuales. Hoy también es capaz de recrear escenarios históricos, imaginar civilizaciones perdidas y ofrecer un vistazo a cómo podrían verse en el presente.
En esta ocasión, una IA visualizó cómo luciría Tenochtitlán —la capital del Imperio azteca— si su esplendor no se hubiese interrumpido con la llegada de los conquistadores.
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Tenochtitlán fue una de las ciudades más impresionantes del mundo prehispánico. Fundada en 1325 sobre un islote del lago Texcoco, se destacó por su arquitectura monumental, sus canales, templos y calzadas elevadas que conectaban la urbe con la tierra firme. Los cronistas españoles la describieron como una ciudad de avanzada, con un sistema de organización urbana y comercial que sorprendió a Europa en el siglo XVI.
Pero la conquista y la posterior colonización borraron gran parte de su infraestructura y cultura. En su lugar se levantó la actual Ciudad de México, que con el paso de los siglos se convirtió en una de las metrópolis más grandes del planeta. Sin embargo, la curiosidad por imaginar cómo habría evolucionado Tenochtitlán en tiempos modernos sigue viva, y ahora la inteligencia artificial ofrece una posible respuesta.
Así se imaginó la inteligencia artificial a esta icónica ciudad de México
La recreación muestra una metrópolis construida sobre canales de agua limpia, con edificios modernos que conservan la forma piramidal y los materiales característicos del mundo azteca: piedra volcánica, vidrio y acero.
En el centro se levanta un gran templo iluminado por el sol del atardecer, rodeado de jardines flotantes, embarcaciones eléctricas y tranvías acuáticos. Es una fusión armónica entre tradición y futuro, una visión de lo que pudo ser una de las civilizaciones más fascinantes de la historia si hubiese continuado hasta nuestros días.


