Otra mirada: ¿Qué dice realmente la carta de Cristina Kirchner?
Hablamos con el analista Enrique Zuleta Puceiro, sobre la intención que engloba la carta publicada por Cristina Kirchner.
Hablamos con el analista Enrique Zuleta Puceiro, sobre la intención que, según él, tiene la carta publicada por Cristina Fernández de Kirchner. Marcó que no invita a acuerdos, como la oposición entiende y en qué beneficia y perjudica al presidente, Alberto Fernández.
Zuleta Puceiro definió la carta de Cristina Kirchner como "un documento estratégico, escrito muy meticulosamente, con un lenguaje parecido al del libro. Resaltó que tiene un objetivo claro: recuperar la centralidad del proceso político, lo cual a su entender está logrado. Pero tiene otro motivo, no tan logrado para el analista, como es la redefinición de la agenda política o que se entiendan los dilemas internos del peronismo y las ambigüedades de la coalición de gobierno".
"La oposición e incluso los principales medios diciendo: ´Nos han llamado a la concertación y ponemos condiciones´. Pero lo cierto es que no han llamado a nada", opinó. "Me parece que Cristina Fernández transmite la certeza fundamental de que el único y básico problema de la Argentina y con la que tropiezan todos los gobiernos es una economía bimonetaria. Pero no dice: 'convoco a un acuerdo', de ninguna manera", completó.
Al respecto, Zuleta Puceiro resalta que no basta con plantearlo, sino que es necesario hacer reformas profundas, con grandes acuerdos. "La convertibilidad fracasó porque no los hubo, de hecho", opinó.
Para el analista, "la carta dice lo que sabemos todos los argentinos, que si no hay una genuina vocación de hacer reformas muy profundas, donde todos vamos a ganar mucho y también vamos a perder mucho, no vamos a mejorar. Es casi una agenda de lo que piensa hoy el centro del esquema de poder, que es la vicepresidenta".
Nuestro entrevistado resaltó las razones perfectas por las cuales Cristina Fernández eligió a Alberto Fernández, textualmente son sus características personales, su experiencia política al lado de Néstor, su capacidad de diálogo con los diversos sectores, su íntimo compromiso con los estados de derecho, su contacto permanente con todos los medios de comunicación cualquiera fuera su orientación y su articulación con todos los sectores del peronismo. La traducción es, "necesitábamos unirnos, nos unimos y estamos gobernando".
En la carta marca como adversarios a los sectores empresarios y mediáticos, interesados en combatir las políticas públicas que desarrolló en 12 años de gobierno. Para Puceiro, "la intención es decir: 'miren, este es un gobierno en el cual yo no decido, lo hace el presidente, que acierta y se equivoca y que tiene ministros que funcionan y que no'. Eso no es una sorpresa para nadie", completó.
¿Es cierto que los adversarios son los sectores políticos y mediáticos?
Para el analista no lo es, aunque reconoció que sí hay sectores que pueden pensar eso, que les gustaría quedarse para siempre, pero son minoritarios y no representan al PRO ni al radicalismo.
"Ella no habla de gobierno, sino de decisión, dice que decide Fernández. Pero debemos tener en cuenta que es una fórmula compleja, una vez más -al igual que en los años de Macri- una coalición exitosa electoralmente fracasa en el gobierno, porque no es que está fracasando, ya fracasó", sentenció Zuleta Puceiro.
Conclusiones
Finalmente, el analista dijo que "conociendo al esquema de Fernández esta carta tiene un aspecto negativo, porque hacia afuera revela que no le pidan que rompa con Cristina, que se ponga firme, eso olvidarse. Pero lo beneficia porque me imagino que hoy se ha sentado con sus ministros con una postura diferente".
Respecto de ese tono distinto de Fernández, Zuleta Puceiro entiende que el Presidente le plantó a su equipo: "No sólo tenemos a la oposición y diarios enfrente, sino que también tenemos en el interior de la coalición un reclamo de ineficiencia". "Porque hay una deficiencia catastrófica en la política social y en la económica, que no logra arreglar ni generar credibilidad, y sobre la gestión sanitaria, ni hablemos", opinó.
"Entonces me imagino que el presidente también ahora puede decir 'se acabo, vamos a trabajar y a incorporar gente', sin que nadie se sienta ofendido. Decisiones que le cuestan a todos los presidentes". Así, el analista entiende que "esto lo obliga a un ejercicio de sinceridad que le va a venir bien".