Un pueblo de Córdoba entre ríos, sierras y tradiciones que no deja de sorprender
Villa del Soto es un pueblo del noroeste de Córdoba que combina naturaleza, historia y tradiciones, ofreciendo un refugio ideal para descansar y disfrutar del río en un entorno serrano único.

Villa del Soto, un pueblo del noroeste de Córdoba, combina la frescura del río Soto con la riqueza de su historia y tradiciones, ofreciendo un refugio único para quienes buscan descanso y naturaleza.
Turismo Villa de SotoArgentina guarda secretos que laten en silencio, y entre las sierras del noroeste de Córdoba se esconde un pueblo que invita a redescubrir el tiempo: Villa del Soto. A orillas del río homónimo, este rincón combina paisajes agrestes con tradiciones centenarias, regalando a quienes llegan la calma de lo auténtico.
El río Soto baja presuroso desde las montañas, serpentea entre piedras y arenas blancas, y se abre paso hasta abrazar al pueblo. A sólo unos kilómetros del casco histórico, el balneario La Toma ofrece ollas naturales, cascadas y playitas que se convierten en un oasis durante los días más calurosos.
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Allí, el contacto con la naturaleza se mezcla con caminatas, pesca, trekking y safaris fotográficos, entre la frescura del agua y el verde de la vegetación autóctona.
Conocé este pueblo de Córdoba
Pero Villa del Soto no es sólo naturaleza. Frente a su plaza principal, La Recova recuerda los enfrentamientos entre unitarios y federales, guardando la memoria de un pasado convulsionado. Muy cerca, la antigua estación de ferrocarril conserva el aire de otra época, mientras que su capilla marca el pulso de la vida comunitaria. Cada 18 de agosto, la fiesta patronal en honor a San Roque reúne a miles de personas en una de las celebraciones religiosas más importantes de la provincia.
La historia y la tradición se entrelazan con la tranquilidad cotidiana. Este pueblo mantiene viva la herencia de los pueblos originarios y de los antiguos pobladores, que encontraron en estas tierras fértiles un lugar para crecer y permanecer.
Hoy, entre sus balnearios, su gente y su espíritu sereno, Villa del Soto se revela como una joya escondida, un refugio para quienes buscan un descanso en medio de la naturaleza y la historia cordobesa.