Mano a mano

Dalia Gutmann, sobre el humor: "En los primeros cinco años no gané ni un peso"

Dalia Gutmann dialogó mano a mano con MDZ y habló sobre su exitoso unipersonal Tengo cosas para hacer, además de reflexionar sobre el humor y recordar sus inicios en la profesión.

Gabriel Sotelo
Gabriel Sotelo miércoles, 3 de mayo de 2023 · 21:03 hs
Dalia Gutmann, sobre el humor: "En los primeros cinco años no gané ni un peso"
Foto: Julián Volpe / MDZ

Dalia Gutmann es una de las humoristas más reconocidas del país y una de las precursoras del stand up. Además de ser periodista y locutora, Dalia Gutmann descubrió que hacer reír era su verdadera vocación. Tras su exitoso unipersonal Cosa de minas, ahora está realizando una gira nacional con Tengo cosas para hacer.

Con este último trabajo, Dalia Gutmann llegará este fin de semana a Mendoza (viernes 5 de mayo, en el Teatro Mendoza), y previo a su espectáculo le brindó una extensa entrevista a MDZ en donde repasó el nacimiento de esta obra, además de reflexionar sobre el humor y contar sus inicios en la profesión.

- ¿Qué le dirías a la gente sobre esta obra?

- La obra es muy delirante. Si alguien vino a ver Cosa de minas,puedo decirle que es el espíritu, pero esto es como una propuesta mucho más teatral. Esta es la primera vez que hago un unipersonal que tiene una dirección, una escenografía, vestuario, puesta de luces, canto, bailo, hago como cosas que en el show anterior no me terminaba de animar a hacer. Siento que es una propuesta mucho más teatral que la anterior, que era mucho más estándar y además es más caótica, como yo. Es muy delirante en el sentido de que a mí me gusta mucho que la gente venga al teatro y se ría, pero a su vez no puedo creer lo que está pasando arriba del escenario.

Dalia Gutmann está realizando una gira con su obra Tengo cosas para hacer.

- ¿Imaginabas que ibas a poder hacer dos unipersonales y llenar teatros?

- La verdad es que no. Me fui animando porque son cosas que fui queriendo que sucedan, pero con el riesgo que implica exponerte a que pueda pasar cualquier cosa. Cuando terminó Cosas de minas tuve la necesidad de hacer un show completamente nuevo que tenga que ver con la edad que tengo ahora, con la experiencia que tengo ahora. 

- Desde aquellos primeros cursos de stand up en el 2004 a la Dalia actual. ¿Qué ha cambiado en tu vida? 

- Cuando empecé a hacer cursos de stand up en el 2004 lo hacía como un hobby, como si ahora me anotara en pintura. Yo era locutora, periodista, era mi carrera, era por ahí y lo que cambió fue que se dio vuelta todo y ahora esto es mi vocación.

- ¿Lo empezaste viendo como una posibilidad laboral?

- No, de hecho en los primeros cinco años no gané ni un peso. Sucede mucho que uno actúa por amor a la gente, pero no vi un peso en serio, así que no se podía convertir en mi trabajo. Hace 20 años en Buenos Aires no estaban dadas las cosas para ganar plata con el stand up porque no había un circuito fijo, ni siquiera el público conocía lo que era. Después me acuerdo que me fui a España por un viaje y ahí sí había más posibilidades. Me acuerdo de ir a bares a las 3, que no me iban a pagar, y yo iba feliz y digo "bueno, esto es mi vocación". 

- ¿Y cómo empezó a formarse esto del humor?

- Mi papá era muy payaso, yo vivía en una casa donde mi papá era muy de hacer escenas en el comedor de mi casa y que a mí me divertía. Era un señor como muy payaso, pero no se dedicaba a nada que ver porque era sociólogo, intelectual. También me gustaba ver programas de humor, pero nunca en la vida yo pensé que iba a poder trabajar de esto. De hecho, ni siquiera es que me considero "uy, que graciosa que soy". 

Dalia Gutmann comenzó su carrera en el stand up hace 20 años.

- ¿Y de ese padre sociólogo recibiste apoyo?

- No es que no me apoyaba, pero le daba un poco el pensar "¿Qué va hacer esta piba". Mis padres, empleados toda la vida, nunca pensaron como una posibilidad que alguien podía vivir autogestivamente, porque fueron muchos años de autogestión. De hecho yo renuncié a un trabajo estable en el 2006 con sueldo fijo y mi mamá me dijo "¿Pero qué vas a hacer? ¿Vas a contar chistes?" No entendía qué iba hacer con mi vida laboral y yo no sabía cómo explicarle.

- Además en el 2006 probablemente pensar en una humorista mujer era bastante más chocante...

- Sí. Me acuerdo que me empezaban a invitar a festivales de otros países y en uno me presentaron "bueno, en este festival queremos que haya de todo, por eso también invitamos mujeres", como que era una cosa muy rara.  Nunca me creí que una mujer no pueda ser graciosa porque de hecho a mí, de chica, muchas mujeres me hicieron reír.

- ¿Y sufriste el machismo dentro del medio?

Sí, sí. Yo creo que toda mujer, por más que quiera ser un poco negadora y hacer de cuenta que no existe, creo que en un montón de trabajos me pasó. Quizás no les causaba gracia, pero sí hubo un prejuicio. Entonces, por más que venga un productor o un conductor y me diga "no me hace reír", y después vas al escenario y haces reír, los hechos hablan por sí solos. Eso no me hizo mella, por suerte, porque tenía el teatro para contrarrestar el machismo. 

Dalia Gutmann tiene en su perfil de Instagram la descripción de "Comediante y ridícula".

- ¿Y a vos qué te hace reír?

- Yo creo que hay algo muy químico porque hay gente que naturalmente no hace nada y te hace reír. Creo que el humor tiene mucho que ver con la sorpresa. Me hace reír la gente que no le tiene miedo al ridículo.

- ¿Vos le tenés miedo al ridículo?

- Creo que no, creo que me apasiona un poco el ridículo. Creo que me dedico un poco al humor, entre otras cosas porque me doy mucha vergüenza, es como un escudo. Yo me doy tanta vergüenza que digo "esto lo tengo que blanquear y tengo que hacer de esto mi laburo".

- ¿Y has pasado vergüenza en el escenario?

Un montón de veces. Porque parte de este género tiene que ver con probar suerte, con tirarse a la pileta y a veces no hay agua. Me ha pasado muchas veces y me seguirá pasando. Es un garrón, me voy llorando de esa función, pero digo "bueno, por acá no".

- ¿Y cómo salís? ¿Cómo se sigue?

- Por suerte tengo algo que es como que quiero revancha. Cuando me equivoco y la pifio quiero tener otra oportunidad.

- ¿Con quién probás si los chistes funcionan o no? 

- Me pasa a veces que se me ocurre algo antes de subirme al escenario y se lo comento a alguien que esté ahí adentro del camarín para ver qué me dice. Digo "che, esto me pasa a mí o es algo o es algo normal, identificatorio".

Cuando se me ocurre algo trato de comentárselo a alguien para ver cuál es la reacción de esa persona. A veces meto un tweet a ver qué pasa con eso

- ¿Y a la hora de afrontar una nueva función para que no se vuelva rutina, cómo hacés?

- Me parece que hay algo que tiene que ver realmente con la vocación que es inexplicable. Por suerte no me pasa que tengo que ir a hacer función sin ganas. Siempre voy con ganas y con ilusión de "¿qué va a pasar esta noche?". Siempre tengo el miedo de ¿funcionará, no funcionará? ¿se reirán, no se reirán?, pero hasta ahora nunca me pasó de estar desmotivada.

- ¿Nunca has tenido una función horrible?

Mil veces sí, horrible para todos, pero creo que lo que es muy motivador para el comediante, o por lo menos para mí, es saber que tenés otra función mañana. La posibilidad de alegrar a alguien es lo que me alucina de esta profesión.

Me ha pasado de ver entrar gente con cara de orto que se iba contenta o gente que te lo dice "la verdad me salvaste la vida, venía de un día de mierda". Es como un poder enorme poder cambiarle el humor a alguien entonces creo que eso es muy motivador

- La risa sana, el reírse te genera algo en el cuerpo y te sana...

- Sí, es re sanador reírse. Cada vez soy más consciente de los buenos gestos. Si te bajas de un colectivo y le decís al chofer "chau, que tengas un buen día" ya le mejoraste un microsegundo. Y eso es contagioso, porque ese señor después va a tratar con otras personas. No somos conscientes, el ser humano en general, del poder que tenemos con toda la gente que nos cruzamos todos los días.

- ¿Te gustaría hacer algo que no sea humor?

- Estoy probando ahora una obra que no es 100% humor (Como te soñé) que escribió Esther Goris, y creo que hay algo con generar emociones en el otro que es muy lindo. La risa es lo máximo porque si yo puedo generar una risa es lo que más me interesa y lo que más me gusta, pero si además te puedo emocionar o hacer reflexionar con algo que no es humor, me parece interesante. Todo lo que nos haga sentir vivo me parece que está bueno, pero sé que lo que más me enciende es hacer humor.

Dalia Gutmann y Sebastián Wainraich tienen 2 hijos juntos.

- ¿Te gustaría trabajar con Sebastián -Wainraich, su marido-?

- Sería muchísimo porque criar hijos juntos, vivir en una casa juntos, ir a las reuniones de padres y además trabajar sería mezclar mucho todo y preferiría no, pero esto lo digo ahora y en tres meses te puedo decir que me encantaría.

- ¿Es más difícil hacer reír en época de crisis?

- No es que tenga la papa de la respuesta, pero creo que sí. Porque si una persona está con muchos problemas, se quedo sin laburo o mil cosas, quizás ve un programa de humor, pero está metido en su nube negra y ya todos conocemos cuando uno se mete en la nube negra. No sé si es más difícil, pero sí estoy convencida que es muy necesario. Creo que es una responsabilidad de los comediantes hacer humor en épocas de crisis. Pasó durante la pandemia que muchos comediantes se pusieron con las redes sociales a pleno para llevar algo de alegría.

Archivado en