Entrevista

Dante Spinetta: "Fue muy difícil ganarse el respeto"

El padre fundador de la música urbana nacional regresa a Mendoza para presentar su galardonado último disco, "Mesa dulce". En la previa a su presentación, un mano a mano imperdible con MDZ.

Gonzalo Arroyo
Gonzalo Arroyo jueves, 12 de octubre de 2023 · 13:45 hs
Dante Spinetta: "Fue muy difícil ganarse el respeto"
Dante Spinetta regresa a Mendoza con su "Mesa dulce" Foto: Foto: Milos Nasio

Sin lugar a dudas el 2023 será un año bisagra para la carrera de Dante Spinetta. Gracias a "Mesa dulce", su último disco, el ex Illya Kuryaki & The Valderramas logró convertirse en uno de los artistas más premiados del año dentro de la industria musical. Ganó cuatro premios Gardel (Productor del año, Mejor Canción de Rock, Ingeniería de Grabación y Mejor Colaboración de Música Urbana); y recientemente obtuvo dos nominaciones a los Premios Grammy Latino (Mejor álbum de música alternativa y Mejor canción alternativa).

Pero además, la salida de su trabajo de estudio trajo aparejado una extensa gira denominada "Funky Latin Nation Tour", por las que continúa recorriendo ciudades de toda la Argentina y Latinoamérica. En este contexto, Dante se presentará en Mendoza este sábado 14 de octubre en Cultural Aurora (Ozamis Sur 75, Maipú). Las entradas se encuentran a la venta por passline.com.

Previo a su presentación, un imperdible mano a mano con MDZ.

Dante Spinetta. Crédito foto: Milos Nasio.

- Tu último disco, "Mesa dulce" te ha dado muchísimas satisfacciones. Nominaciones a importantes premios nacionales e internacionales, una gira muy extensa y exitosa. ¿Me imagino que colmó tus expectativas?

Últimamente vengo pensando en eso. Es increíble todo lo que generó este álbum: las nominaciones a los Premios Gardel, a los Grammy Latinos, a los Premios Rolling Stone en español. Además, están los shows que se desprenden del tour de presentación. La energía que se maneja en cada concierto es tremenda. 

Cuando yo estaba grabando el disco sabía que había algo especial. Es un punto de inflexión en mi carrera. Siento que se movieron otras energías. Lo hice desde un lugar de agradecimiento, de entrega. En un mundo tan hostil como el que vivimos, donde hay tanta gente que no puede hacer lo que lo que ama, estar haciendo música desde hace tanto, más de 30 años, es una bendición. Y sentí también que tenía que dar lo mejor de mí, como una síntesis de lo aprendido.

- En varias oportunidades te escuché decir que la base conceptual del disco es la celebración espiritual.

Cuando estaba grabando el álbum perdí a mi mamá y eso me puso de rodillas ante la vida. Eran momentos donde estábamos en la pandemia dura, que no se podía salir, y yo tuve que sacar el permiso para poder ir a visitarla. Mis hermanos no la podían ir a ver porque estaban en provincia y no podíamos estar todos juntos con ella, acompañándola, y decís “loco, qué frágil que es todo”. Y de alguna manera o te hundís o renaces. Yo elegí renacer porque eso fue lo que me enseñó mi mamá y mi papá, justamente, a no rendirse y avanzar. Y agradecer... agradecer a la mamá que tuve, al papá que tuve, y a la música que me salva.

Lo empecé a grabar desde ahí, con un concepto de celebración espiritual. Inclusive hay algo de gospel en el álbum en ese sentido de conexión con la vida, de conexión con las cosas que más me importan. Obviamente, también hay canciones que son para sentirse bien, no todo son conceptos tan profundos. Creo que es un disco que está hecho desde ese lugar, desde el corazón, desde el alma.

Dante Spinetta, el padre fundador de la música urbana nacional. Foto: Milos Nasio

- Sos un artista que lleva más de treinta años en la música. Tres décadas entrando al estudio a grabar discos. Es toda una vida dedicada a las canciones. De dónde nace esa pulsión por la composición.

Bueno, es el amor. Ahora mientras hablo con vos estoy en el estudio componiendo. Estoy armando el nuevo álbum y es una sensación de pura felicidad. Básicamente, es lo que sé hacer. Cuando no estoy haciendo música, estoy medio colgado. Tengo mis hobbies y mis cosas, pero esto es lo que hago desde que tengo 14 años, no sé hacer otra cosa profesionalmente hablando.

Puedo pasar un tiempo tranquilo en mi casa, pero también siempre estoy tocando. Tengo una guitarra en el medio del sillón,está el piano. Es como que estoy siempre en esto porque es mi manera, es un canal de expresión y una necesidad. Siento que la posibilidad de expresarme me libera.

- Además te acompaña una banda increíble.

La banda en vivo suena muy picante.Me acompañan un grupo de músicos con los que nos entendemos a full. Yo les pongo un bit y ya saben por dónde va, porque entienden del estilo. Entonces, a la hora de grabar, se hace todo muy placentero. Es un combo muy especial. Y para este nuevo álbum que estoy haciendo, también voy a ir con este mismo conjunto de personas porque se armó una que la quiero seguir desarrollando. Hay una energía muy linda.

- Creciste en una casa colmada de música. Un hogar donde nació una parte fundamental del rock nacional. Pero vos fuiste por otro lado y te convertiste en pionero del funk y del hip hop. ¿De dónde nació? ¿Cómo llegó a tu vida ese estilo tan particular?

Creo que el rap llega a mi vida de la mano del funk. Los últimos discos de funk de los 80 ya tenían algo de rap. Aparecieron los Sugarhill Gang, que rimaban dentro del funk. Y estaba la explosión del baile, del break dance. Aparecen los discos de los Break Machine y Herbie Hancock con “Rockit”, donde aparecen unos robots bailando break y había scratch. Entonces, entramos al hip hop por esos dos elementos:el break dance y el scratch.Y de golpe escuchabas un rap y “¡Wow! ¿Qué es esto?” Y era engancharse con esa parte que aparecía en un solo tema y era ponerlo, ponerlo y ponerlo porque era algo nuevo.

Cuando sos chico te rebelás. Muchos niños son rockeros porque sus padres eran doctores. Bueno, en mi caso mis padres eran rockeros, pero en vez de hacerme doctor, me hice rapero. Imagínate que la energía de un chico, no tenía mucho que ver con el rock. Yo en mi casa vivía el rock de verdad. Había rock. Existía una energía que no pegaba con la dinámica de un pibe. El break era físico, tenía más que ver con lo que estaba pasando, con la cultura de pibes que ya crecimos viendo la tele. Otra velocidad.

Pero cuando aparece Run-D.M.C., creo que es el primer grupo que me hago fan, se me explotó el bocho. Lo primero que escucho son los temas más rockeros que estaban producidos por Rick Rubin. De alguna manera era una plataforma que yo entendía, tenía rock, pero había algo diferente en el ritmo. Yo toda la vida tuve como algo muy especial por el ritmo.Siempre me gustó más la música rítmica que lo tranca.

- Con Illya Kuryaki and the Valderramas no solo fueron los primeros en hacer ese estilo en Argentina, además tenían solo 14 años cuando grabaron su primer disco. Sumado a que lograron configurarlo al ADN argento.

Así nos dimos cuenta que lo que hacíamos era rap y empezamos a meternos mucho más. Y lo empezamos a hacer con nuestras palabras. Así nació “Jubilados violentos”, “Nacido para ser argento”, “Es tuya Juan”, “Fabrico Cuero”; como que todo tenía una identidad muy argenta.Pero bueno, también es una cuestión de cómo nosotros veíamos la cuestión. No queríamos ser una copia. La música es como una especie de semilla de amor que se adapta a cada flora y fauna de cada lugar.

Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur en 1991.  

Y Argentina en ese sentido es muy especial. Yo creo que hay grandes grandes raperos en nuestro país gracias a que existen los payadores. Argentina tiene una cultura muy rapera. Argentina es rap. Cómo se juega al fútbol tiene que ver con la actitud de cómo se rapea. Argentina tiene esa parada gracias a que la música nos ha ayudado un montón. Esa parada de actitud. Sabemos sobrevivir inclusive a estas guerras económicas letales, donde de golpe el país se destruye y nos reinventamos. Los argentinos tenemos mucha pasión y poder. 

- En la actualidad la música urbana es el estilo de mayor consumo dentro de la industria nacional. Vos serías como el padre fundador. ¿Cómo ves a las nuevas generaciones de artistas?

Hay una generación de artistas urbanos increíbles. Creo que lo han llevado a un nivel. El freestyle es algo a lo que nunca me dediqué y admiro mucho cómo lo hacen. Es una locura el talento de los pibes y las pibas. Vos ves a chicos y chicas muy jóvenes, desde Nathy Peluso hasta Nicky Nicole, Trueno, Ca7riel, Duki, Neo Pistea, YSY A… hay un montón de artistas con mucho talento y que tienen 20 años y que están cambiando las reglas del juego. Y eso es lo que pasa. Eso es rock. Ser parte de eso para mí es increíble, ser parte de esta revolución. Que muchos de estos chicos me reconozcan y me digan “ustedes con los Kuryaki fueron los primeros". Y vos sacaste discos solistas de rap cuando nadie sacaba”. Para mí es muy groso porque fue difícil ganarse el respeto, ser tomados en serio. Costó. Hasta hechos violentos sucedían, justamente por pelear por una idea.

Hoy el mundo cambió, gracias a Dios, y podés ir a un festival y que toque Cypress Hill, Metallica y Rosalía el mismo día. Pero en los 90 había muertos si pasaba eso, ¿entendés? Real, eran guerras los conceptos. Cada uno defendía como tribus las cosas. Y yo como siempre fui libre y siempre vi la música como una arena de libertad, donde uno podía fluir y ser uno mismo… creo que en ese sentido me respeté, me respeté cómo crecí, crecí con el rock argento, con el rock, con la música afroamericana, con con toda la música latina de ritmos afro latinos que fui conociendo de la salsa, la música brasilera, toda la música que fui conociendo a través de los viajes, de conocer gente y darme cuenta que había algo más, que el amor no se puede falsear, que si algo te gusta y algo te hace latir el corazón, dale para adelante. La música es para ser feliz o para acompañarte. Está bueno que te puede gustar lo que sea. Yo lo tuve claro desde muy chico, esa libertad, y lo veo mucho en estos pibes de las nuevas generaciones. Son libres. Son pibes libres que hacen lo que tienen ganas de hacer.

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