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El Citroën Méhari cumple 57 años

Presentado en 1968, el Citroën Méhari marcó un antes y un después en el diseño automotriz con su carrocería de plástico ABS y espíritu versátil.

El 16 de mayo de 1968, mientras Francia vivía una de las mayores revueltas estudiantiles de su historia, Citroën presentaba un vehículo tan disruptivo como su tiempo: el Mehari. Con su carrocería plástica, diseño minimalista y carácter versátil, el nuevo modelo rompía los moldes de la automoción tradicional, ofreciendo una libertad de uso inédita.

El Méhari, diseñado por Roland de La Poype, se construyó sobre la base del Dyane 6 y fue el resultado de una intuición visionaria que combinaba tecnología, creatividad y practicidad. Su carrocería de ABS (acrilonitrilo butadieno estireno) —ligera, moldeable y colorida— representaba un salto tecnológico en una época dominada por el acero y el aluminio.

Citroën Mehari
Citroën Mehari
Citroën Mehari

Una idea adelantada a su tiempo

La génesis del Méhari comenzó mucho antes de su presentación. En 1947, Roland de La Poype, al frente de la Société d'études et d'applications des brevets (SEAB), experimentaba con materiales plásticos para aplicaciones industriales. Tras un accidente con una furgoneta Citroën AZU, De La Poype imaginó un vehículo que combinara la sencillez mecánica del 2CV con una carrocería plástica ligera y resistente.

Su visión convenció rápidamente a Pierre Bercot, entonces director general de Citroën, quien vio el potencial del proyecto en una reunión clave celebrada en 1967. Nacía así el Méhari: un vehículo utilitario capaz de transformarse en coche de recreo, tan adaptable como el estilo de vida de su conductor.

De herramienta de trabajo a símbolo de verano

El Méhari se presentó oficialmente en una paleta de colores vivos —amarillo, rojo, azul, verde y plateado—, reflejo de su espíritu lúdico. Disponible en versiones de dos y cuatro plazas, podía convertirse en una pick-up en menos de diez segundos, lo que lo hacía ideal tanto para el trabajo rural como para la playa.

Gracias a su peso reducido, su tracción simple pero eficaz y su estructura ligera, el Méhari podía circular con agilidad en arena, barro o nieve, sin atascarse. Su nombre evocaba esa capacidad: “Méhari” es una raza de dromedarios veloces y resistentes, símbolo perfecto para un auto nacido para recorrer cualquier terreno.

No tardó en ganarse el apodo de “caracol de plástico”, una alusión cariñosa al “caracol de hojalata”, como se conocía al 2CV.

Citroën Mehari
Citroën Mehari
Citroën Mehari

Un recorrido histórico: del ejército al Dakar

Durante casi dos décadas de producción (1968-1987), se fabricaron cerca de 150.000 unidades del Citroën Méhari. Su ligereza, durabilidad y facilidad de mantenimiento lo convirtieron en un vehículo apreciado por campistas, aventureros y fuerzas militares.

El Méhari 4x4, lanzado en 1979, amplió sus capacidades todo terreno y sirvió incluso al ejército francés, en versiones “paracaídas” diseñadas para misiones especiales. También participó como ambulancia rápida en el Rally París-Dakar de 1980, demostrando su eficacia al desplazarse entre dunas sin dificultad.

Colores, ediciones especiales y legado

A lo largo de su vida comercial, el Méhari se ofreció en una gama limitada de colores con nombres inspirados en paisajes naturales —Rojo Hopi, Verde Tibesti, Naranja Kirguistán, Beige Hoggar o Amarillo Atacama— y contó con solo tres versiones distintas.

Entre ellas destacan las ediciones Méhari Plage (1983), exclusiva para España y Portugal, y Méhari Azur, lanzada en Francia, Italia y Portugal con solo 700 unidades.

Más de medio siglo después, el Citroën Méhari sigue siendo un emblema del espíritu libre, veraniego y despreocupado que caracterizó a una generación. Su diseño atemporal, su sencillez mecánica y su original carrocería de plástico lo consagran como uno de los modelos más icónicos y queridos en la historia de la marca.