Probamos el BMW Serie 3: un alemán potente, deportivo y refinado

Lanzando en el país a finales de mayo, BMW Argentina apuesta fuerte a la séptima generación de un clásico del segmento D (mediano) de los sedanes alemanes: el Serie 3.

En Argentina sólo se comercializa una versión, la 330i SportLine, que pudimos probar gracias a Genco, concesionario oficial BMW en Mendoza. De paso recomendamos a los interesados en conocer el producto, ir y probarlo, aprovechar que hay un demo disponible de un vehículo de primerísimo orden.

El Serie 3 330i SportLine viene con un motor turbo naftero 2.0 litros de cuatro cilindros, con 258 cv y 400 nm de torque, asociado a una caja automática con convertidor de par y ocho velocidades. La tracción es trasera. Sus competidores directos con el Audi A4 y el Mercedes Benz Clase C.

Como se destacó en su presentación, la marca remarca que “el más clásico de los BMW se renovó por completo y llega a Argentina con su propuesta habitual de lujo y comportamiento deportivo, por partes iguales”.

El diseño del Serie 3 es realmente atractivo. Tiene un capot musculoso, largo, imponente, que nos da la pauta de que estamos frente a un vehículo poderoso, con aptitudes deportivas y a su vez estable, ya que se lo percibe “gordo” y bajo (144 cm).

Una vez tras el volante, el auto nos invita a adoptar una posición de manejo súper baja, vamos casi pegados al piso en la más extrema de las alturas de la butaca (de exquisito diseño y cuero).

Al mismo tiempo, el volante relativamente pequeño, de ancho grip, nos hacen sentir pilotos de carrera. Todo lo que tocamos en el Serie 3 es de excelente calidad, destacándose el volante, las perillas, los botones, las pantallas, que son dos, una en el panel de instrumentos y otra en la consola central, que contiene el equipo multimedia con Apple Car Play inalámbrico.

La sensibilidad del pedal del acelerador es suprema, apenas lo tocamos el auto nos trasmite sus ganas de más y más. La aceleración es impresionante, nos deja literalmente pegados al respaldo (5,8 segundos de 0 a 100 km/h). El Serie 3 dobla siempre bien, seguro, aplomado. Es una invitación a manejar y manejar, salir a la ruta y hacer cientos de kilómetros disfrutando cada momento.

Como “chiches” destacados, es el primero BMW en ofrecer asistente de estacionamiento completamente autónomo, tanto en paralelo como a 90º. Además, ofrece el sistema de retroceso autónomo durante 50 metros si hemos avanzado a menos de 30 km por hora. Es ideal para estacionamientos complicados o maniobras en espacio reducidos.

Dos cosas respecto al tablero: es de una calidad descomunal, con gráficos de alta definición y personalizable, aunque no tanto; por otro lado, cambia según el modo de conducción: tiene tres, Sport (con una sub-opción Plus), Confort y Eco.

Justamente respecto a los modos de conducción, el cambio es notorio, incluso el auto modifica el sonido del caño de escape al pasar de uno al otro. Una delicia para los amantes del ronroneo.

También incorpora el sistema BMW Intelligent Personal Assistant que se habilita con un “Hola BMW” o una expresión diferente que puede configurarse.

Si en algo ganó esta versión del Serie 3 respecto a la versión anterior fue en las plazas traseras. Los 7 cm de diferencia están justamente ahí, para hacerlas más espaciosas. El auto tiene de largo 4.709 metros, ancho sin espejos 1,827 metros y una distancia entre ejes de 2,851 metros. Su peso es de 1.545 kilos.

El baúl del Serie 3 es grande, aunque acorde con el segmento: 480 litros. La garantía es de tres años o 200 mil kilómetros.

En conclusión, estamos ante una nueva versión de un clásico de BMW que no defrauda, está a la altura de lo que se espera de un vehículo de la marca y a su vez de un modelo legendario como el Serie 3. Pero dejando de lado el cassette, este 330i es una exquisitez de vehículo, poderoso, refinado, deportivo, súper atractivo, qué más se le puede pedir.

Ficha técnica

Motor: naftero turbo

Cilindrada: 2.0 litros

Potencia: 258 cv

Torque: 400 nm

Precio: 65.900 dólares

Dónde encontrarlo: Genco BMW