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Tres cócteles fáciles para preparar en casa cualquier día de la semana

Opciones rápidas, frescas y con ingredientes accesibles para disfrutar de cócteles sin complicaciones, ya sea después del trabajo o en una reunión improvisada.

Ideas de tragos simples para preparar en cualquier momento.

Ideas de tragos simples para preparar en cualquier momento.

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Cuando llega el final del día y aparece el antojo de algo rico pero sencillo, nada mejor que un cóctel fácil de preparar, sin técnicas complejas ni ingredientes difíciles de conseguir. La coctelería casera vive un gran momento y cada vez más personas se animan a experimentar con tragos clásicos, frescos y versátiles. Aquí, tres propuestas ideales para resolver un brindis en casa cualquier día de la semana.

Gin Tonic (1)

Gin Tonic: el infaltable que nunca falla

El Gin Tonic se mantuvo como uno de los favoritos del último tiempo por su frescura, rapidez de preparación y la posibilidad de personalizarlo con lo que haya en casa. Para hacerlo, solo se necesita llenar un vaso con hielo, agregar una medida de gin, completar con agua tónica y sumar un garnish simple: rodajas de limón, pepino o un toque de romero.

El secreto está en usar bastante hielo para que el trago no se agüe y en mantener la proporción clásica de 1 parte de gin por 3 de tónica. El resultado es un cóctel ligero, aromático y perfecto para acompañar comidas o disfrutar solo.

Spritz de naranja

Spritz de naranja: refrescante y apto para todos los gustos

Esta opción es ideal para quienes prefieren bebidas suaves y con un toque cítrico. En un copa con hielo, se combinan partes iguales de jugo natural de naranja y soda o agua con gas. Luego se suma una medida de aperitivo tipo amargo o vermú, según el gusto del momento.

La gracia del spritz es su carácter liviano, que lo convierte en un gran compañero para tardes cálidas, picadas improvisadas o encuentros en casa. Si se busca un sabor más intenso, basta con ajustar la cantidad de aperitivo o sumar un dash de jugo de limón.

Whisky con limón y miel

Whisky con limón y miel: simple, aromático y para noches frías o largas charlas

Un clásico que volvió para quedarse. Este cóctel se prepara en minutos y combina equilibrio y calidez. En un vaso corto se coloca una medida de whisky, el jugo de medio limón y una cucharadita de miel. Se mezcla bien para disolverla y se completa con hielo o un chorrito de agua caliente, según la ocasión.

Es una opción perfecta para quienes buscan un trago más redondo y con cuerpo, ideal para relajarse al final del día o acompañar una conversación nocturna sin estridencias.