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Si solo hablás de trabajo, tal vez no seas tan productivo como pensás

Hablar sin pausa de la oficina puede ser más que entusiasmo: la psicología advierte que podría reflejar estrés, sobreexigencia o pérdida de identidad personal.

La ciencia explica qué significa hablar solo de trabajo.

La ciencia explica qué significa hablar solo de trabajo.

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Hablar con entusiasmo de aquello que apasiona es natural, pero cuando el tema se vuelve repetitivo y constante, puede esconder algo más complejo. Desde la psicología, abordar el trabajo en todas las conversaciones, incluso fuera del horario laboral, se interpreta como una señal de alerta que no conviene pasar por alto.

Una de las causas más comunes es la sobreidentificación laboral. En estos casos, la persona no solo trabaja, sino que convierte su ocupación en el núcleo de su identidad. El empleo deja de ser una actividad para transformarse en el principal rasgo que define quién es, lo que deriva en una reconstrucción de la identidad personal alrededor de la profesión.

Estrés y productividad tóxica

Otra explicación frecuente es el estrés persistente, que suele desembocar en lo que los especialistas llaman “productividad tóxica”. Quien la padece no consigue desconectarse ni permitir que su mente descanse. Hablar constantemente de trabajo es, en estos casos, apenas la superficie de un agotamiento emocional más profundo.

trabajo

Cuándo prestar atención

Existen señales claras que invitan a consultar con un profesional. Entre ellas, que el trabajo sea el único tema de conversación, que la autoestima dependa de la situación laboral o que se vuelva imposible desconectarse mentalmente incluso en los momentos de descanso.

Si estas situaciones resultan familiares, la psicología aconseja buscar acompañamiento profesional. Reconocer que algo no anda bien no es un signo de debilidad, sino el primer paso para recuperar un equilibrio saludable entre la vida personal y laboral.