Parral y uva en casa: como tenerlo y preservar una tradición de Mendoza
El ingeniero agrónomo Sebastián Bonfanti explicó una técnica para quienes deseen hacer una planta nueva a partir de un parral heredado.

El ingeniero agrónomo Sebastián Bonfanti nos enseña un sencillo pasa para poder hacer una planta nueva de un parral heredado de nuestros abuelos.
MDZ / Gema GallardoEn numerosos hogares de Mendoza, especialmente en patios y jardines, es frecuente encontrar un parral que ha sido plantado por un abuelo o bisabuelo. Estas vides, muchas veces centenarias, forman parte del patrimonio afectivo y cultural de las familias mendocinas. Preservarlas es un acto de memoria, pero también un gesto de continuidad hacia las futuras generaciones.
Para quienes desean replicar ese parral heredado y crear una nueva planta a partir de la original, existe una técnica sencilla, al alcance de cualquier persona con mínimos cuidados y que se realiza en esta época del año. Así lo explicó el ingeniero agrónomo Sebastián Bonfanti, responsable técnico de Bodega Bonfanti, en un reciente video educativo destinado a la comunidad.
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Según detalló Bonfanti, la clave está en comprender el comportamiento fisiológico de la vid frente a la luz y la oscuridad. “Si a una ramita le da la luz, esa yema -ubicada en el sarmiento- va a formar un pámpano en primavera, que puede generar hojas o frutos. Pero si esa misma parte permanece en oscuridad, como sucede cuando está en contacto con la tierra, comenzará a formar raíces”, explicó.
A partir de esta premisa, el procedimiento consiste en seleccionar un sarmiento sano del parral original y enterrarlo parcialmente, dejando una sección en contacto con la tierra. Este proceso, conocido como acodo, permite que el sarmiento desarrolle raíces propias mientras continúa recibiendo nutrientes desde la planta madre.
Un nuevo individuo a partir de una planta ancestral
Una vez que el sarmiento enterrado genera raíces fuertes y visibles, se puede proceder al corte. “Ese cordón umbilical que une a la nueva planta con el parral original se corta cuando ya tiene raíz propia. Entonces, se obtiene un individuo nuevo”, señaló Bonfanti.
Esta técnica, simple y efectiva, permite conservar las características genéticas del parral original y replicarlas en otro sector del patio o incluso en una maceta si el espacio es reducido. De esta manera, se honra una herencia familiar y se contribuye al arraigo de la cultura vitivinícola local.