No es Venecia, es Mendoza: Hyatt Masquerade fue una gran fiesta y te mostramos las fotos
Park Hyatt Mendoza se llenó de misterio y glamour en su segunda edición del Hyatt Masquerade, una experiencia que mezcló lo veneciano con la identidad local.
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No hizo falta tomar un avión a Italia para sentirse parte de una auténtica mascarada veneciana. Bastó con cruzar la entrada del Park Hyatt Mendoza este viernes 13 de junio para sumergirse en un universo de misterio, elegancia y disfrute sensorial. El hotel celebró la segunda edición del Hyatt Masquerade, un evento de gala que combinó arte, gastronomía, música en vivo y mucho despliegue visual.
Apenas se llegaba al hotel, la recepción ya marcaba el tono de la noche. Sobre dos largas mesas se desplegó una selección de máscaras para elegir, desde negras sobrias, blancas con brillos plateados, u otras con plumas imponentes. Cada invitado encontró una que se ajustaba a su estilo, y con eso se completaba el pase final a un nuevo mundo.
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El salón principal estuvo iluminado con una luz roja tenue que creó una atmósfera íntima, con cierto aire teatral, como si algo mágico o secreto estuviera por suceder en cualquier momento. En el centro, una pista de baile, y alrededor se dispusieron mesas con detalles cuidados hasta el mínimo cristal.
La noche comenzó con impacto cuando un grupo de bailarines enmascarados irrumpió en escena con movimientos precisos y elegantes, que no tardaron en contagiar a los presentes con su energía. El siguiente número artístico sucedió tiempo después, con cantantes líricos que desplegaron un repertorio en italiano que hizo que más de uno se emocionara.
Mirá el video resumen del evento:
El dress code se respetó sin fallas. Hubo vestidos largos de satén, terciopelo, brillos y espaldas descubiertas. Trajes impecables. Pieles, guantes, zapatos de charol. No era en lo absoluto un evento para improvisar ni para “ver qué onda”. Era de esos en los que uno se quiere mostrar, pero desde lo elegante, desde el detalle. Las máscaras, claro, sumaron un toque lúdico y sofisticado a cada look.
El menú, como era de esperarse, estuvo a la altura, bajo la dirección del chef ejecutivo Franco Canzano. Cada bocado fue maridado con etiquetas seleccionadas de grandes bodegas como Luigi Bosca, Casarena, Zuccardi, Lagarde y más.
A medida que avanzaba la noche, la pista se fue poblando. Algunos bailaron y otros se quedaron charlando en las mesas con la copa en mano. El espectáculo estuvo en todos lados; no solo en los artistas, pero también en el vestuario, en los gestos, en las luces que lograron una escena que parecía salida de un sueño.
Como todo lo bueno, tuvo su cierre, pero no sin antes dejar imágenes para el recuerdo. En esta nota, te compartimos las fotos de lo que fue una noche única, en la que cada detalle habló por sí solo y Mendoza se permitió, por unas horas, sentirse en el corazón de Venecia.
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