Los jeans cuadrados son tendencias: ¿te animarías a usarlos?
Una marca ucraniana presentó una colección que transforma el jean en una escultura pixelada con estética digital.

Los jeans cuadrados son tendencia en Europa.
@kseniaschnaiderDesde Kiev, la firma ucraniana Ksenia Schnaider vuelve a captar la atención de la escena global con una propuesta que desafía los límites del diseño de autor. Su nueva colección cápsula de denim no se limita a reinterpretar siluetas del pasado: las destruye para reconstruirlas desde un imaginario geométrico, pixelado y lúdico, que dialoga con el universo digital y la moda escultórica.
Con prendas que parecen salidas de un videojuego, la firma da un giro radical al concepto de jean. Pantalones, faldas, chaquetas, bermudas, camisetas y hasta sombreros asumen formas cúbicas, rígidas y tridimensionales. En esta línea, cada corte es deliberado, cada ángulo responde a un lenguaje visual que juega con la ironía y el absurdo. Es moda conceptual en su máxima expresión.
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Jeans reciclados y geométricos
Ksenia Schnaider, fundada en 2011 por el dúo creativo conformado por Ksenia y Anton Schnaider, se consolidó en los últimos años como una marca de culto dentro del circuito de moda sostenible. Su filosofía parte del upcycling: trabajan con jeans de segunda mano recolectados en mercados vintage y les dan nueva vida con un enfoque artesanal. Este compromiso, sumado a su audacia estética, les valió un lugar en los vestidores de figuras como Dua Lipa, Céline Dion, Bella Hadid y Adwoa Aboah.
El jean cuadrado, pieza central de esta colección y viral en redes sociales, funciona como prenda y como manifiesto artístico. Con un precio de 675 euros, está hecho a mano bajo pedido. Cada modelo se confecciona según medidas específicas del cliente y se estructura en dos capas: una interna ajustada al cuerpo y una externa, de silueta rígida, que mantiene la geometría visible.
La colección no solo destaca por su complejidad técnica, sino también por su propuesta conceptual. Lo que nació como una broma interna en el estudio, un comentario irónico sobre la estética digital, evolucionó en una línea que tensiona los límites entre moda, arte y tecnología. Según la propia marca, se trata de “un experimento lúdico y casi absurdo que se convirtió en un estudio completo de diseño”.