La tendencia del gender reveal: cuánto cuesta hacer una fiesta para revelar si será nena o nene
Las fiestas para revelar el sexo del bebé se han instalado como una moda con raigambre mediática que mezcla emoción, estética y ritual social. En Argentina hay casos notorios y costos variables.

La fiesta de revelación del género del bebé es una tendencia que crece en toda Latinoamérica.
Foto: @deco.fest.soledad.puchetaEn los últimos años, ha ganado popularidad una práctica que nació en Estados Unidos, pero se instaló también en Argentina: las fiestas de revelación del sexo del bebé, conocidas como gender reveal parties. En estos eventos, los futuros padres, junto a familiares y amigos, esperan juntos el momento en el que se descubre -generalmente con globos, humo de colores, confeti o alguna explosión de color- si el bebé será varón o niña.
De Estados Unidos al Cono Sur: la moda de la sorpresa compartida
Aunque no existen cifras exactas de cuántas familias argentinas hacen este tipo de fiestas, los medios del espectáculo comenzaron a reflejar casos cada vez con más frecuencia. Por ejemplo, la modelo Rocío Marengo y el empresario Eduardo Fort organizaron recientemente un evento familiar para revelar el sexo de su bebé: contaron con decoración temática, bombas de humo de color y participaron sus seres queridos.
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También se ha dado que algunas influencers locales lo han replicado: la modelo Cami Homs, junto al futbolista José Sosa, organizó una ceremonia para anunciar que esperaban una niña, lo que generó incluso comentarios polémicos en los medios: el conductor Mario Pergolini cuestionó públicamente la necesidad de ese tipo de shows: “¿Qué les pasa?”, exclamó.
Más allá de Argentina, celebridades internacionales también han adoptado esta tendencia. Por ejemplo, Lele Pons y Guaynaa organizaron un gender reveal con pintura de color, vestimenta en blanco y revelaciones ante sus invitados celebrities.
¿Cuánto cuesta una fiesta así?
No hay un monto fijo: dependerá del lugar, ambientación, catering, efectos especiales, decoración y número de invitados. En Estados Unidos estas celebraciones suelen costar entre US$500 y US$5.000 o más, según la escala del evento (alquiler del salón, floristería, sonido, equipos especiales). En Argentina, si se busca algo llamativo, se podrían gastar -como mínimo- entre $250.000 y $1.500.000 (o más, según el nivel) para un evento con diseño profesional, catering y efectos de color.
En el caso de Marengo y Fort no se publicó la cifra oficial, pero los medios hablaron de una “celebración exclusiva” en Punta Carrasco, con invitados famosos, ambientación con globos gigantes, bombas de humo y transmisión mediática. Un evento así, en zona privada y con ese nivel de producción, podría fácilmente superar ese rango de precios estimado.
¿Por qué lo hacen las futuras mamás argentinas?
Aquí los testimonios de algunas futuras mamás, como el de Valeria (30 años), que espera a su primer hijo: “Desde el primer momento sentí que ese bebé era muy esperado también por mi familia. Quise que nuestros amigos más cercanos pudieran compartir la emoción de descubrir si era niño o niña con nosotros. Me encantó ver sus caras, hacer apuestas de color, preparar una torta sorpresa. Para mí fue una forma de festejar ese vínculo con los demás”.
Por su lado, Mariana (36 años) señaló: “Elegí hacer un evento porque quería que mi pareja y yo tuviéramos un momento íntimo con nuestra gente, algo que quedara en fotos y memoria. No me importa que digan que es una moda: para mí fue mágico, abrir la caja y que saliera globos rosas. Vale la pena invertir un poco para ese recuerdo”.
Lucía (28 años), quien espera a su segundo hijo, indicó: “Tuve un embarazo complicado, con muchos miedos. Entonces pensé que si algo nos unía en ese tramo era la ilusión de ese bebé. Hacer una pequeña fiesta para descubrir el sexo fue también un acto simbólico de esperanza. Invitamos 30 personas, compramos globos, lo hicimos en el jardín de casa: no fue caro, pero quedó lindo. Fue un momento de unión, más que un show”.
Lo que genera: emoción, objetos de debate y críticas
Quienes apoyan esta tendencia destacan que es una forma de celebrar con quienes más quieren, de generar recuerdos emotivos, de involucrar a la familia en ese instante especial. Las redes sociales han potenciado esa presión: mostrar eventos únicos, decoraciones originales y reacciones sorprendidas da contenido atractivo.
Sin embargo, también hay voces que critican el gasto innecesario, la mercantilización de lo íntimo y la puesta en escena excesiva. Algunos opinan que basta con una ecografía tradicional y una celebración más sencilla. En Argentina, el hecho de que los famosos repliquen estos eventos amplifica el debate: ¿es una tendencia genuina de afecto o un espectáculo más en tiempos de redes?