La brecha del orgasmo: las razones por las que muchas mujeres aún fingen placer
Un estudio revela que más de la mitad de las mujeres no alcanza el clímax durante las relaciones sexuales y que muchas recurren a fingirlo.

Una reciente encuesta realizada en Latinoamérica revela datos que invitan a reflexionar sobre la desigualdad que persiste en la experiencia sexual entre géneros.
CanvaEn pleno siglo XXI, las diferencias entre hombres y mujeres en la experiencia sexual siguen siendo notorias. Un estudio reciente de Gleeden, plataforma de encuentros no monógamos creada por y para mujeres, reveló datos que invitan a reflexionar sobre la brecha del orgasmo y los factores culturales y biológicos que influyen en ella.
Un estudio que expone una diferencia histórica
Según los resultados, obtenidos a partir de las respuestas de 10 mil usuarios en Latinoamérica, solo el 55% de las mujeres asegura alcanzar el clímax durante las relaciones sexuales, mientras que entre los hombres la cifra asciende al 91%. Esta diferencia no solo refleja realidades biológicas, sino también patrones de interacción sexual que persisten a pesar de los avances en educación y apertura sobre la sexualidad.
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Uno de los datos más llamativos es que el 65% de las mujeres encuestadas admitió haber fingido un orgasmo al menos una vez, y un 20% reconoció hacerlo de manera habitual. Para la psicóloga especializada en sexualidad Julieta Zara, este comportamiento está directamente vinculado con una visión todavía centrada en el coitocentrismo. “Aunque hoy se sabe más sobre la anatomía femenina y la relevancia del clítoris, la dinámica sexual continúa priorizando la penetración, dejando en segundo plano la estimulación que la mayoría de las mujeres necesita para alcanzar el orgasmo”, explica.
La edad en la que llega el primer clímax
El estudio también analizó la edad del primer clímax. Mientras que todos los hombres encuestados indicaron haberlo experimentado entre los 15 y 25 años, en las mujeres la vivencia se retrasa: muchas alcanzan su primer orgasmo recién después de los 25, en gran parte gracias a un mayor autoconocimiento y a la exploración de sus preferencias.
La investigación señala, además, que la masturbación y el uso de juguetes sexuales se perciben como herramientas clave para el placer femenino. Aunque solo el 45% de las participantes reconoce utilizarlos, el 100% de ellas coincide en que son eficaces para llegar al clímax. Según Zara, estos dispositivos “ofrecen una estimulación directa más precisa que en muchos casos no se logra de forma manual, lo que los convierte en aliados importantes tanto para el autoconocimiento como para la vida sexual en pareja”.
Para el estudio, estos hallazgos apuntan a la necesidad de seguir rompiendo tabúes y fomentando el diálogo sobre sexualidad. La comprensión de las diferencias de género en el orgasmo no solo tiene implicaciones en el ámbito íntimo, sino también en la salud emocional y en la construcción de relaciones más equitativas y satisfactorias.