Entregar la cola a la Luna llena: el ritual que hay que hacer hoy
Las creencias populares son infinitas y muchas veces los rituales son insólitos. Conocé este que se realiza en varias partes del mundo en Luna llena.

Este 11 de junio, la Luna entró en fase llena y hay muchos que realizan rituales para pedir abundancia.
CanvaEn el vasto universo de las costumbres heredadas y los rituales íntimos que atraviesan generaciones, existe una práctica tan curiosa como fascinante: mostrar la cola a la Luna llena. Lejos de tratarse de una simple excentricidad, este gesto que se repite durante esta fase encierra una carga simbólica que combina creencias populares, conexión con los ciclos de la naturaleza y una fuerte dimensión espiritual que perdura en quienes lo realizan.
Aunque su origen exacto permanece en las sombras, el ritual de Luna llena ha sido mencionado en relatos orales, cuentos populares e incluso programas de radio a lo largo de Argentina, lo que evidencia su existencia dentro del imaginario colectivo desde hace décadas. Lo interesante es que prácticas similares han sido reconocidas en diferentes culturas del mundo, lo que abre la posibilidad de un trasfondo compartido o una transmisión cultural más amplia de lo que parece.
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Cómo es el insólito ritual de Luna llena
La ceremonia es sencilla y, a la vez, profundamente significativa. Se lleva a cabo cada mes durante la Luna llena, momento en que la energía lunar alcanza su punto máximo según muchas cosmovisiones. En ese contexto, quienes participan se colocan de espaldas al satélite y descubren brevemente sus glúteos, dirigiendo hacia la luna un gesto que puede parecer irreverente, pero que es ejecutado con respeto y una intención clara: pedir, agradecer o simplemente rendirse ante una fuerza mayor.
Para algunos, el acto tiene connotaciones de humildad, una forma simbólica de despojarse de lo superficial y mostrarse tal cual uno es ante el universo. Para otros, se trata de una expresión de vulnerabilidad que busca establecer un canal directo de comunicación con lo intangible. La mayoría coincide en que los pedidos -frecuentemente relacionados con el dinero, el trabajo o la prosperidad-no tienen límites: se puede pedir “todo lo que se desee”, afirman.