El rincón escondido de Argentina que enamora a aventureros
Entre sierras áridas y formaciones rojizas, este destino argentino deslumbra con paisajes impactantes, fósiles milenarios y senderos que invitan a la aventura.

Este destino se encuentra en San Luis.
ShutterstockEn Argentina existen paisajes que parecen sacados de otro planeta. Uno de ellos está en la provincia de San Luis, donde el desierto, las sierras y el tiempo esculpieron un escenario rojizo que sorprende a cada visitante. Se trata del Parque Nacional Sierra de las Quijadas, un área protegida creada en 1991 que se extiende por 150.000 hectáreas y que guarda vestigios arqueológicos, fósiles de dinosaurios y formaciones geológicas únicas en el mundo.
El corazón del parque es el Potrero de la Aguada, un imponente anfiteatro natural rodeado de farallones y quebradas que recuerdan a las imágenes del planeta Marte. Sus desiertos de tonos rojos intensos contrastan con la vegetación xerófila del Chaco Árido, donde dominan algarrobos, quebrachos, jarillas y especies endémicas como la chica. Desde sus miradores se obtienen panorámicas inolvidables que muestran la magnitud del lugar.
Te Podría Interesar
Huellas del pasado
La historia de Sierra de las Quijadas se remonta a casi 25 millones de años de evolución geológica. Aquí se han encontrado restos fósiles de especies prehistóricas como el singular Pterodaustro, un reptil volador único, además de vestigios arqueológicos que testimonian la presencia de pueblos originarios. En el sector de Hornillos de Hualtarán, por ejemplo, se conservan 23 hornos enterrados que eran utilizados por las comunidades para cocinar cerámicas y alimentos.
El parque ofrece varios recorridos señalizados para descubrir su riqueza natural y cultural. Entre ellos se encuentra el sendero Flora Autóctona, una caminata autoguiada de 45 minutos, y el sendero Guanacos, que demanda unas tres horas entre ida y vuelta. Con guías habilitados se puede acceder a propuestas más exigentes como Farallones, de cuatro horas, y Las Huellas del Pasado, de dos horas, que atraviesan cornisas y miradores espectaculares.
La fauna es otro de sus atractivos: habitan pumas, zorros grises, gatos monteses y maras. Entre las aves destacan el ñandú, el halcón gris, el cóndor andino y el águila mora, especie en peligro de extinción.
Turismo y servicios
Quienes se acerquen pueden optar por acampar en el camping libre dentro del parque, o alojarse en San Luis capital, Quines o Luján, todas a poco más de 120 kilómetros. A la vera de la Ruta Nacional 147, que bordea el parque, funciona un comedor con platos típicos de la región.
La mejor época para visitarlo es entre abril y octubre, ya que durante enero y febrero las temperaturas pueden superar los 40 grados. El parque abre todos los días de 8 a 19, con ingreso permitido hasta las 17.
Cómo llegar
El acceso principal se encuentra sobre la Ruta Nacional 147, a 120 kilómetros de la ciudad de San Luis. También se puede llegar desde Merlo (210 km), Potrero de los Funes (131 km) o San Juan (215 km). Desde la capital puntana parten excursiones organizadas que incluyen traslados, guías y actividades de senderismo.