El pueblo de España que la ONU eligió entre los más lindos del mundo
Enclavado entre montañas y calles medievales, este pequeño pueblo catalán fue distinguido por la ONU por su patrimonio, su entorno natural y su modelo de turismo sostenible.

Este pueblo de Cataluña fue reconocido en el certamen Best Tourism Villages por su belleza, su historia y su forma de cuidar el entorno.
ShutterstockEn un valle escondido entre montañas, en la región de Bages, se encuentra Mura, un pueblo medieval de Cataluña, España, que ha sabido conservar su esencia como pocos. Este año, su belleza, su historia y su forma de promover un turismo respetuoso con el entorno lo llevaron a ser distinguido como uno de los pueblos más lindos del mundo por la iniciativa Best Tourism Villages, impulsada por ONU Turismo.
La elección premia a destinos rurales que protegen su patrimonio natural y cultural, al mismo tiempo que fomentan estilos de vida sostenibles.
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Ubicado a 454 metros sobre el nivel del mar y a tan solo unos kilómetros de Barcelona, Mura forma parte del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, un espacio protegido que representa el 89% de su territorio. Allí, entre montañas, bosques, acantilados y arroyos serenos, este pueblo invita a la pausa, al contacto con la naturaleza y a redescubrir la historia caminando sus callejuelas empedradas.
Entre callejones medievales y naturaleza viva
El centro histórico de Mura está formado por pasajes angostos, plazas escondidas y casas de piedra que parecen detenidas en el tiempo. No se permite circular ni estacionar vehículos en el interior del pueblo, lo que contribuye a preservar su atmósfera y permite al visitante recorrerlo a pie, sin ruidos, sin distracciones. Esa medida, lejos de ser una incomodidad, convierte el paseo en una experiencia inmersiva que potencia su espíritu medieval.
Pero el encanto no termina en las calles. Mura es también una puerta de entrada a la naturaleza catalana: desde sus senderos se pueden recorrer paisajes con vistas panorámicas, pozas tranquilas, y una biodiversidad que asombra a cada paso. Tanto los caminantes casuales como los aficionados al trekking encuentran aquí circuitos para todos los niveles.
Entre las iniciativas más recientes, destaca el Mura Running Trail, una serie de rutas diseñadas especialmente para corredores, que combinan deporte, aire libre y vistas incomparables.
Una historia vinícola y un presente sostenible
Mura tiene un pasado profundamente ligado a la viticultura. Aún se conservan las tines de piedra —estructuras tradicionales donde se elaboraba el vino—, repartidas por los alrededores del pueblo, entre antiguos viñedos y caminos rurales. Esa historia viva se acompaña con acciones actuales que reflejan una clara apuesta por la sostenibilidad: restauración de construcciones en piedra seca, modernización del sistema de estacionamiento con sensores inteligentes para reducir el impacto turístico y participación en programas de protección ambiental.
Todo en Mura parece pensado para cuidar lo que lo hace único. Desde la arquitectura tradicional hasta la forma de recibir al visitante, este pueblo no se limita a ser una postal: es un modelo de convivencia entre el pasado y el futuro. La distinción otorgada por la ONU no es solo un reconocimiento estético, sino también una celebración de su forma de habitar el mundo con respeto y armonía.