El pueblo cordobés con encanto alpino que te enamorará este verano
Rodeado de bosques de pino y aire puro, este pueblo de Córdoba es el único peatonal del país. Se encuentra a 100 kilómetros de la capital.
Entre las sierras de Córdoba, a poco más de 100 kilómetros de la capital, se esconde un pueblo que parece salido de un cuento europeo. La Cumbrecita, reconocida por ser el único pueblo peatonal de la Argentina, ofrece un entorno natural de ensueño, con cascadas, senderos, arquitectura alpina y una atmósfera que invita a la calma.
Los visitantes deben dejar su vehículo en la playa comunal y recorrer sus calles a pie, entre aromas de pino y casas de madera que evocan la estética centroeuropea. Caminar por este rincón es vivir una experiencia única, donde el tiempo parece detenerse y la naturaleza marca el ritmo.
Te Podría Interesar
Una de las actividades claves de este pueblo
El senderismo es una de las actividades más elegidas, con recorridos que conducen a cascadas y rincones como “La Olla”, una pileta natural escondida entre los bosques de coníferas. Para los amantes de la adrenalina, el arborismo y la tirolesa ofrecen una perspectiva diferente del paisaje: desde lo alto de los árboles, la vista es simplemente inolvidable.
La historia del lugar puede descubrirse en los puntos más emblemáticos del pueblo, como la capilla histórica, la fuente del centro o las casas de los primeros habitantes. En cada rincón se respira la herencia de los inmigrantes alemanes que fundaron esta comuna y dejaron su huella en la gastronomía y la arquitectura.
Bosques, cascadas y senderos convierten a este pueblo cordobés en un destino perfecto para el verano.
Después de una caminata, nada mejor que detenerse a probar un goulash con spätzle o una torta casera en alguna de las tradicionales casas de té. Entre las paradas recomendadas se destacan Helmut —una de las más antiguas— y Edelweiss Delikatessen, donde se pueden probar infusiones y repostería artesanal.
Con cabañas, hosterías y hoteles con spa, La Cumbrecita es un destino ideal para quienes buscan combinar descanso, naturaleza y aire de montaña. Este verano, su encanto alpino y su serenidad la vuelven una de las joyas más irresistibles de Córdoba.



