El dato que no conocés: cómo hacer correctamente "provechito" a tu bebé
Un equipo médico brinda recomendaciones claras para cuidar el vínculo madre-bebé desde los primeros días. Y especialmente después de amamantar al recién nacido.

Los médicos indican que hay que evitar los movimientos bruscos a la hora de hacer provechito al bebé.
CanvaAyudar al bebé a expulsar el aire luego de ser amamantado, lo que comúnmente llamamos “hacer el provechito”, es un gesto cotidiano, pero muchas veces se realiza con prácticas que pueden incomodar o alterar al recién nacido. Por eso, es importante conocer cuál es la forma adecuada de acompañar ese momento.
Con el objetivo de ofrecer una guía clara y respetuosa a las familias que atraviesan el período neonatal, la médica Chani De Gaetano (MP 2581) brindó a MDZ Estilo una serie de recomendaciones sobre cómo ayudar al bebé a expulsar el aire luego de tomar la teta.
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La especialista colabora con el equipo de profesionales del área de Neonatología del Hospital Lagomaggiore, que enseña esta práctica en un entorno cuidado, promoviendo el respeto por la intimidad del vínculo inicial entre el recién nacido y su entorno afectivo. Este equipo está conformado por la kinesióloga neonatal Belén Cano (MP 746), el enfermero Matías Tapia (MP 7410), la fonoaudióloga Carolina Toriano (MP 979) y la médica Cristina De Gaetano (MP 7794).
Desde una perspectiva de salud mental perinatal, Chani De Gaetano, una de las autoras de la Ley de Parto Humanizado de Mendoza, trabaja activamente en la difusión de prácticas respetuosas del cuidado del recién nacido. Actualmente, acompaña emocional y neuropsicológicamente a personas que transitan la maternidad o la paternidad, con una mirada integral que contempla los profundos cambios subjetivos, vinculares y hormonales que se experimentan en esta etapa.
Cómo hacer el "provechito" a tu bebé
Entre las principales recomendaciones que brinda el equipo médico para después de amamantar al bebé, se destacan:
- Evitar movimientos bruscos: no es recomendable sacudir al bebé ni dar golpecitos en su espalda. Estas acciones pueden generar desorganización sensorial y emocional.
- No sentarlo ni sostenerlo por el cuello: esta postura lo separa de forma abrupta del contacto corporal con la madre y puede incomodarlo.
- Sostenerlo verticalmente, en contacto con el cuerpo: sin cortar el contacto afectivo ni el sostén físico, se sugiere modificar la postura del bebé de manera suave, ayudando así a liberar el aire acumulado.
Este tipo de acompañamiento también contempla el respeto por los tiempos de succión, el contacto piel a piel y el inicio del apego desde la llamada “hora dorada”, luego del nacimiento.
“Cuidar el modo en que se alimenta y contiene a un recién nacido no solo es una práctica de salud, también es una oportunidad para construir vínculos más seguros, conscientes y amorosos desde los primeros días de vida”, finalizó la doctora Chani De Gaetano.