Presenta:

Cremas antiarrugas: un estudio revela si realmente funcionan o no

La Organización de Consumidores y Usuarios de España evaluó 13 productos de uso cotidiano y concluyó que su eficacia existe, aunque los beneficios son más preventivos que correctivos.

Los resultados de las cremas para arrugas no siempre están vinculados al precio.

Los resultados de las cremas para arrugas no siempre están vinculados al precio.

Canva

El cuidado de la piel es uno de los segmentos más dinámicos de la industria cosmética, con millones de consumidores que invierten en cremas antiarrugas con la esperanza de mantener un aspecto joven por más tiempo. Sin embargo, la pregunta sobre si estos productos cumplen realmente lo que prometen ha sido objeto de debate durante años.

Un reciente análisis realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España aporta nuevos elementos a la discusión. La entidad sometió a prueba 13 cremas antiarrugas disponibles en supermercados, farmacias y perfumerías, con el objetivo de medir su efectividad real sobre la piel. Los resultados, lejos de descartar sus beneficios, revelan que los efectos son visibles pero limitados.

cremas

Las cremas para las arrugas y el estudio

Según el informe, la mayoría de las cremas analizadas logró reducir la profundidad de las arrugas en un rango de entre un 10 y un 20 por ciento. Aunque se trata de una mejoría comprobada, el estudio subraya que estos porcentajes no implican una eliminación completa de los signos de envejecimiento, sino más bien una atenuación parcial. De este modo, el papel principal de las fórmulas antiarrugas se relaciona más con la prevención y el mantenimiento que con la corrección radical de las líneas ya formadas.

El equipo de la OCU realizó mediciones en condiciones controladas, utilizando parámetros objetivos para evaluar los cambios en la piel tras un período de aplicación. Si bien ninguna de las cremas logró resultados espectaculares, algunas mostraron un desempeño mejor que otras. Esto sugiere que la elección del producto puede marcar diferencias, aunque en un margen limitado.

Uno de los aspectos destacados por la investigación es que, pese a la publicidad que suele prometer efectos visibles y rápidos, el verdadero impacto de estos cosméticos depende de la constancia en su uso y de factores individuales como el tipo de piel, la edad y los hábitos de cuidado personal. La hidratación diaria, la protección solar y la alimentación saludable, según remarcan los especialistas, siguen siendo pilares fundamentales para retrasar la aparición de arrugas.

La OCU también advierte sobre la importancia de ajustar las expectativas de los consumidores. Las cremas antiarrugas no deben considerarse productos milagrosos, sino aliados dentro de un cuidado integral de la piel. La reducción parcial de la profundidad de las arrugas puede ser significativa para quienes buscan una mejora estética moderada, pero no equivale a los resultados de tratamientos médicos o estéticos más invasivos, como los procedimientos con láser o las infiltraciones de toxina botulínica.

cremas (1)

Los resultados no siempre están vinculados al precio

El informe cobra especial relevancia en un mercado donde la oferta es amplia y las diferencias de precio pueden ser notables. El análisis de la organización española mostró que los resultados no siempre están vinculados al costo del producto: algunas cremas de precio accesible obtuvieron evaluaciones similares a las de gamas más exclusivas. Esta conclusión refuerza la idea de que el consumidor debe informarse más allá de las campañas publicitarias antes de realizar una compra.

La industria cosmética, por su parte, continúa invirtiendo en innovación y en el desarrollo de activos que prometen mejorar la elasticidad y la firmeza de la piel. Ingredientes como el ácido hialurónico, los péptidos y los antioxidantes aparecen de manera recurrente en las fórmulas más recientes. No obstante, la investigación de la OCU sugiere que, incluso con estos componentes, los efectos siguen siendo moderados.