Es mejor un vino caro que uno barato: te contamos si esto es verdad o mentira

Ciertamente hay una práctica muy interesante para contestar en una primera instancia esta pregunta. Se trata de la cata a ciegas, que nos elimina de nuestros ojos quién produjo ese vino o cuánto cuesta. Pero para realizar correctamente este tipo de acciones, se deben tener en cuenta algunos aspectos básicos.
Te Podría Interesar
En primer lugar, no comenzar la cata sin haber probado ningún vino. Es importante realizar la apertura de la acción con algún "ejemplar" para hacer boca. Puede ser un espumante o un vino ligero. Esto nos va a "bajar la espuma" y la emoción de esa sensación que da siempre el primer sorbo. Sino lo que sucede, es que ese primer vino nos va a parecer super atractivo. Con solo volver luego de probar toda la degustación y sin hacer "boca" con otro vino, ya no lo encontraremos tan interesante.
En segundo lugar, es importante tener en claro qué orden se da a las etiquetas que participan de la degustación. ¿Es por precio? ¿Es por añada? o quizá ordenamos por productor. Aquí se puede jugar más con el orden, pero debe haber un hilo conductor por la que transite la cata a ciegas.
Y tercero y no menos importante, que todas las etiquetas presentes traten de estar en las mismas condiciones de guardado y temperatura, para que la evaluación sea lo más imparcial posible.
Dicho esto, y siendo una de las prácticas que pone en igualdad de condiciones a todos los vinos participantes, no diría que los vinos caros son mejores que los baratos. He participado de varias catas a ciegas, y en muchas ocasiones hay vinos más económicos que son mejor valorados que otros más caros.
Es necesario aclarar, que las diferentes gamas de vinos están pensados para diferentes gustos y paladares. Quizá algunos vinos de segmentos más altos, tienen ciertos estilos de elaboración y cuidado, respondiendo a esos segmentos. No los convierte ni en mejores ni peores. Simplemente cumplen con las necesidades al público al que apuntan.
También, los vinos más económicos son producidos para un mayor número de paladares, con estilos "más amplios", ya que deben agradar a mayor cantidad de consumidores. Es un gran desafío poder mantener la calidad y la consistencia en esos segmentos. Argentina se descata en ello y no tiene que perderlo. Son vinos más amables, con dejos más dulces y menos astringentes, para captar nuevos paladares.
Por lo tanto, ser "mejor" o "peor" en el vino basados en el precio, para mi resulta intrascendente. Lo esencial radica en la experiencia y que puedas encontrar cuál es tu estilo. Podés mirar una crítica de cine, una tendencia en lo nuevo que se usa en la moda o ver la reseña del nuevo auto. Pero será tu vivencia personal, tu verdadero contacto con ese producto o experiencia lo que establezca el veredícto final.