Qué vino va bien con el asado, el locro, las empanadas y los pastelitos: te sorprenderás

El 25 de Mayo no solo se conmemora con escarapelas, actos escolares y comidas tradicionales. En muchos hogares de Argentina, también se levanta la copa para brindar por la Patria. Y si bien el locro, las empanadas y los pastelitos son protagonistas de la mesa, el vino también ocupará un lugar especial este domingo.
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Para orientar a quienes buscan sumar una experiencia sensorial a la fecha patria, la sommelier mendocina Mariela Lecea compartió sus recomendaciones sobre qué vinos maridan mejor con los platos típicos del 25 o de las próximas efemérides patrias.
Antes de entrar con las sugerencias, aclaró que lo más importante sigue siendo el disfrute personal: "No importa tanto qué vino va con cada comida; el mejor vino siempre es el que más te gusta", dijo.
Locro: cuerpo y sabor para una combinación poderosa
El locro es uno de los platos emblemáticos del 25 de mayo. Su textura espesa y sabores intensos -mezcla de carnes, vegetales y especias- piden vinos con estructura que puedan equilibrar su riqueza. Según Lecea, los tintos como el Malbec, el Cabernet Sauvignon y el Syrah son excelentes aliados. El primero aporta fruta madura y taninos suaves; el segundo, cuerpo y complejidad; y el tercero, una acidez con notas especiadas que acompaña muy bien las hierbas y especias del guiso.
Pero también hay lugar para blancos como el Chardonnay (sobre todo si tiene paso por madera), el Sauvignon Blanc, ideal para limpiar el paladar, o incluso un Viognier, que con sus notas florales y afrutadas puede complementar la suavidad del maíz y la carne sin sobrecargar el bocado.
Empanadas: según el relleno, un vino distinto
El segundo clásico infaltable de las fechas patrias son las empanadas. Tradicionalmente se preparan de carne, pero las variantes de pollo, jamón y queso o vegetales también se suman al menú. Lecea propuso, nuevamente, un abanico amplio de opciones: para empanadas de carne, recomienda Malbec, Merlot o Bonarda, tres tintos con taninos amables, fruta presente y buena acidez. "Si preferís algo más suave al paladar, un Merlot va perfecto con empanadas de carne o de pollo por su versatilidad en la mesa, tremendo carácter frutal y final sedoso", señaló.
"El Sauvignon Blanc es ideal para empanadas más ligeras, como las de pollo o jamón y queso. Ni hablar qué maravilla con las de queso y cebolla o vegetales. Su acidez fresca y notas cítricas lo hacen perfecto para refrescar la boca entre cada bocado", indico y aconsejó también degustar unas ricas empanadas con Chardonnay (especialmente los frescos y afrutados), y el Albariño, que tiene “una acidez vibrante que puede ser interesante para probar”.
Asado: el alma del festejo pide vinos con carácter
Como cada domingo, el asado se vuelve protagonista de las mesas argentinas. Para este clásico, la sommelier recomendó vinos tintos con cuerpo, capaces de acompañar la intensidad de la carne asada.
El Malbec vuelve a ser la estrella por su versatilidad: “Es el vino por excelencia para acompañar carnes asadas. Su perfil afrutado, taninos suaves y buena acidez lo hacen muy versátil para cualquier corte”, indicó Lecea.
Pero también destacó el Cabernet Sauvignon para cortes más grasos como costillas o vacío, y el Syrah “con notas especiadas y afrutadas puede ser una gran elección, especialmente para carnes más condimentadas o con costras más crujientes”.
¿Y los blancos? Aunque menos habituales en el asado, no quedan fuera de la propuesta. Un Chardonnay con crianza o un Viognier con cuerpo pueden funcionar muy bien, sobre todo si hay salsas o acompañamientos cremosos. Lecea también invitó a experimentar con rosados, para quienes buscan frescura sin resignar estructura: "Lo importante es jugar con las papilas gustativas y descubrir qué sensaciones genera cada combinación".
Pastelitos dulces: vinos que acompañan sin competir
Para cerrar la celebración con algo dulce, los pastelitos de membrillo, batata o dulce de leche son la elección más tradicional - la una grieta por el relleno queda para otra ocasión-. Pero ¿con qué vino brindar al final? La sommelier aconsejó opciones que resalten la dulzura sin sobrecargar el paladar. Entre los tintos, menciona un Malbec dulce o vinos fortificados como el Oporto o el Jerez, "hay opciones de estos vinos elaborados en Argentina que son una maravilla".
“Un Malbec tardío tiene la fruta madura y los taninos suaves que pueden intentar un maridaje con los pastelitos de dulce de leche. Aunque es difícil de acompañar con vino por la textura que deja en la boca, si el vino está frío podría complementar su sabor sin opacarlo”, afirmó la experta.
Y agregó: “Si preferís un vino con más complejidad, un Oporto o un Jerez pueden ser un excelente acompañante para postres como los pastelitos. Hay opciones de estos vinos elaborados en Argentina que son una maravilla”.
En el terreno de los blancos, destacó el Moscato, con su dulzura natural y frescura, o las cosechas tardías, que combinan dulzor con acidez equilibrada. Como broche final, un espumante, ya sea Brut o dulce, puede redondear la experiencia con burbujas y ligereza.
El maridaje y una invitación al disfrute
Más allá de las etiquetas y reglas del maridaje, Mariela Lecea insistió en que el vino es, ante todo, una excusa para compartir: “Los maridajes o armonizaciones entre platos y comidas es muy interesante. Lo que intenta hacer es crear un nuevo sabor entre los dos y ese sabor lo armás vos con tu elección y si tenés ganas o estás curioso, te invita a ver qué pasa en tu boca con uno o con otro. Yo solo te cuento características amplias de algunos varietales y vos disfrútalo como quieras, si es con buena compañía, ¡mejor!”, concluyó.