Desde playas en el desierto hasta platos que emocionan: el Perú que seduce

Perú es el destino estrella de la región, son cada vez más los viajeros de todas partes del mundo que suman en su lista de lugares por conocer a este país que tanto tiene para mostrar. Un viaje a este apasionante país, su cocina, su historia, cultura y maravillas naturales.

Tan solo basta con pisar el Aeropuerto Internacional de Lima al llegar para notar que la vida de los peruanos está sumamente marcada por la historia del antiguo Perú y por el paso de los inmigrantes. Esta influencia llega hasta su cocina.

Hablar de Lima es hablar de gastronomía, hasta allí llegan los apasionados del buen comer de todos los rincones del mundo para hacer en recorrido por los restaurantes más premiados a nivel mundial. Entre ellos se destacan el tradicional Isolina, el sofisticado Astrid y Gastón, el novedoso Shi-Nuá (fusión cocina china/peruana). Pero también merece la pena degustar las delicias de los locales comerciales que más visita el mismo limeño, como las populares pollerías donde sirven pollo al spiedo, sabrosos anticuchos, sopas y ricos cevichitos.

La mayoría de los restaurantes más recomendados están ubicados en Miraflores, uno de los barrios más visitados y chic de Lima. Lugar que además encanta por sus hermosas costas y acantilados que regalan maravillosas vistas panorámicas.

Que Perú es uno de los destinos gastronómicos más destacados del mundo, nadie lo discute. Pero a esto hay que agregar que su excelencia va mucho más allá del delicioso sabor de sus platos y la sofisticada combinación de ingredientes. El gran secreto de la cocina peruana está en su biodiversidad y en la capacidad y creatividad de los cocineros y chefs que a lo largo de la historia supieron aprovechar las bondades de la madre naturaleza.

“Somos los químicos de la cocina”, expresa con orgullo Juan mientras ofrece sus artesanías en el malecón de Miraflores y dedica parte de su tiempo a dialogar con los turistas y hacerles recomendaciones de las distintas regiones de Perú.

Para que este encanto por la cocina peruana no quede solo en el placer de probar un rico plato, existen tours que recorren los mercados más grandes de Lima. Uno de ellos es el Mercado Uno, el más visitado por locales y turistas y con una amplia variedad de productos provenientes de las diversas regiones del país.

Además, para quienes quieran poner manos a la obra existe la posibilidad de sumarse a divertidas clases de cocina con chefs, allí uno aprende a preparar tradicionales platos de la gastronomía peruana como todo un chef profesional: ceviches, causas limeñas y tiraditos.

La agitada movida nocturna de Lima atrae a locales y visitantes. Casi al terminar el día, cuando cierran las cocinas, la noche se enciende en los bares con barras con cocktails frutados y verdaderos piscos sours. Por supuesto, que acompaña la buena música para bailar hasta la madrugada.

Para hacerle honor a su cocina, todos los años se celebra Perú Mucho Gusto. Este evento reúne los sabores de las 25 regiones peruanas y ofrece los mejores platos tradicionales a precios muy accesibles. La última edición, en noviembre de 2023, se realizó en Lima, luego de 15 años. Es tal su éxito que se planea replicar este evento en otros países.

"Esta es una feria donde recogemos lo mejor de nuestras 25 regiones, para poder conocer los platos, recetas, los insumos, las tradiciones y la identidad de cada lugar. Este año vuelve a Lima para promover el turismo interno, siguiendo nuestro lema: Perú, esa pasión que nos une", comentó la directora de Promoción de Turismo de PromPerú, Paola Marín.

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Visitar Perú es dejarse sorprender además por su historia y cultura. Por ello, recorrer aquellos sitios que cuidan los tesoros del antiguo Perú es uno de los imperdibles si se quiere conocer en profundidad el pasado de este pueblo y su influencia en su presente. No hace falta viajar hasta Machu Pichu para ello, en Lima existe una gran cantidad de espacios que permiten adentrarse en el pasado del pueblo peruano.

Entre modernos edificios y calles asfaltadas aparecen como joyas las huacas, ruinas incas que supieron ser espacios sagrados y que desde hace un par de años atrás se han puesto en valor para conservar el patrimonio de los peruanos. La mayoría de ellas puede visitarse de manera particular o con guías.

Otra interesante alternativa, es el Museo de Larco, uno de los más sorprendentes de Perú. Se trata de una colección privada de más de 30.000 piezas arqueológicas; la visita invita a conocer más de 5.000 años de historia del antiguo Perú.

Perú es historia, gastronomía y también arte. Cerca de Miraflores, a menos de 3 kilómetros, se ubica otro de los imperdibles de Lima, el barrio bohemio de Barranco. Este distrito colorido y pintoresco es la vidriera de artistas y diseñadores y un paseo indiscutible para los turistas; reúne en sus pocas cuadras galerías artísticas, restaurantes, cafés y hoteles boutique.

Entre ellos el lujoso Hotel B, una antigua casona devenida en el único art boutique hotel de Lima. El cual cuenta con pocas habitaciones y derrocha estilo y arte en cada uno de sus ambientes y pasillos. Allí su cocina y cockteleria dan que hablar y hay interesantes degustaciones y clases para aprender los secretos del pisco y cómo preparar exquisitos tragos.

Pero la diversidad de atractivos y paisajes de Perú va mucho más allá de lo que uno puede imaginar. Si existe un sitio que deja sin palabras a todos los visitantes es la Reserva Nacional de Paracas, un atractivo que esconde maravillas sin igual. Ubicada en el departamento de Ica, busca ser uno de los principales destinos de aventura y naturaleza del país y cada vez gana más lugar entre los visitantes del mundo.

Las cartas de presentación de Paracas (en quechua “lluvia de arena”) son sus playas ocultas en el medio del desierto. Allí, se destaca la paradisíaca playa La Mina, un tesoro escondido de alrededor de 190 metros de franja de arena blanca, rodeado de impresionantes acantilados; por su geografía la bahía permite disfrutar de sus tranquilas aguas para zambullirse o practicar deportes de agua.

Pero en Paracas no solo es posible relajarse en aguas color turquesa, sino que además se pueden realizar safaris fotográficos y comer frutos de mar recién sacados del agua. En este destino de Perú se encuentra Intimar, un criadero de conchas de abanico a mar abierto que permite conocer sobre esta actividad y degustar platos con este producto natural directamente del mar a la mesa.

En Ica, además, se encuentra uno de los atractivos más sorprendentes e inesperados para muchos visitantes, las inmensas dunas del Desierto de California. Un desierto extremo donde pueden realizarse actividades de turismo aventura ideales para los que buscan adrenalina. Un tour a toda velocidad por las dunas en areneros, una bajada de sandboard y hasta una travesía en camionetas 4x4 conducidas por pilotos profesionales, alguno de ellos corredores de Dakar.

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Para cerrar el día de adrenalina, un atardecer mágico con una paleta de colores que estalla en el cielo y, como broche de oro, una cena con carpas beduinas a la luz de las antorchas, nada que envidiarle al Desierto del Sahara.

Perú es mucho más que un destino gastronómico, es la calidez de los peruanos para recibir a los visitantes, es el respeto por su cultura y pasado, es la pasión por mostrarles al mundo las maravillas de su país, es aventura, naturaleza y arte. En el próximo viaje a este país no solo hay que ocuparse de las reservas en los mejores restaurantes, también hay que sacar tickets para sus museos, llevar zapatillas para la aventura y abrir el corazón para enamorarse de sus historias y paisajes.

Fotos: Felicitas Oyhenart