El histórico bar en pleno microcentro que se convirtió en un bodegón con onda
Este bodegón es uno de los bares notables de Buenos Aires. Abrió sus puertas en 1930 y tuvo un renacer en el año 2015.
Los bodegones de pueblo y aquellos ubicados en el corazón de las grandes ciudades son testigos de historias, anécdotas y un espacio para compartir entre amigos, familia o quizás para beber una buena copa de vino y disfrutar de la soledad. Este clásico café, nombrado Bar Notable, supo adaptarse y hoy es un destacado bodegón ondero.
En el microcentro porteño, subsiste, pese a las avasallantes cadenas de café o comida rápida, el entrañable café de los hermanos Ramos, ahora conocido como bodegón por sus exquisitos platos.
Está en la planta baja del edificio de la esquina noreste de Lavalle y avenida Callao (al 500), cerca del Congreso, Tribunales, y otros sitios emblemáticos de la historia porteña. Su ubicación estratégica ha hecho que durante décadas, este local sea el punto de encuentro de políticos, abogados y artistas.
Abrió sus puertas en 1930; antes allí había funcionado, primero una sucursal de la casa de máquinas de coser Singer y luego una farmacia). Fue un inmigrante español, asturiano, quien instaló el almacén y despacho de bebidas, al que llamó Los Galgos.

Años más tarde, en 1948, otro español, don José Ramos, adquirió el local y respetó su nombre. Fueron diversos hermanos los que trabajaron allí, hasta que finalmente Horacio Ramos, su último administrador, se hizo cargo. Él falleció en 2014 y el local bajó las persianas; un año después Julián Díaz, sommelier, bartender y cocinero, creador del bar 878, lo adquirió y comenzó su aventura para restaurar esta joya porteña y darle un aire de modernidad.
Sus sillas de madera, los dos galgos de porcelana, el elegante grifo de bronce con forma de cisne, las puertas vaivén, el retrato del infaltable Carlos Gardel taraceado en la boiserie, los cuadros con surrealistas retratos de perros, hacen que mantenga su esencia y sea el preferido de muchos porteños.

Por esta barra y sus mesas pasaron Enrique Santos Discépolo y Tania, vecinos del café (vivieron en Callao al 800); Julio De Caro, verdadero renovador del tango; Enrique Cadícamo; Aníbal Troilo; el Dr. Arturo Frondizi, presidente de la Nación entre los años 1958 y 1962; el Dr. Ricardo Balbín; el pianista y compositor Mario Valdéz, quien solía reunirse a tomar un café con el trompetista Rubén Barbieri; el gran Martín Karadagián, creador del programa televisivo Titanes en el Ring; entre muchos otros personajes notables.

Actualmente, no solo se sirve café con medialunas, sino que es posible comer un buen sándwich especial en pan francés, una tortilla de papa, con un vaso de vino; un clásico vermout con un triolé (con queso, aceitunas y maníes). La carta tiene recetas tradicionales, con platos de bodegón, el lugar sirve algo muy cotidiano pero muy rico.

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