Playas agrestes, grandes dunas y delfines: la joya natural ideal para una escapada

A través de la Ruta Natural es posible descubrir tesoros naturales que aún permanecen ocultos al turismo masivo. Sitios de exuberante belleza, extensos senderos, selva, bosques, costas casi vírgenes y llamativos paisajes. Una de las rutas es la que lleva hasta este destino que cuenta con playas agrestes rodeadas de gigantescas dunas.

En el sur de la provincia de Buenos Aires, a tan solo 10 kilómetros de San Clemente del Tuyú, en el extremo sur de la Bahía de Samborombón, donde el Río de la Plata desemboca en el océano Atlántico, se encuentra Punta Rasa. Un sitio especial en el cual, gracias a su ubicación se puede ver el sol salir desde el mar y ponerse en el río. 

Una reserva natural única

Debido a su biodiversidad, Punta Rasa fue declarada reserva natural e incorporada a la lista de Humedales de Importancia Internacional en 1997. Esta se considera una de las paradas más importantes de las aves migratorias que llegan desde el Hemisferio Norte en verano y desde el Sur en invierno, vuelan desde Alaska y Canadá que, luego de comer y descansar, siguen viaje hasta Tierra del Fuego, donde inician la vuelta.

En marzo, desde el Faro San Antonio, se pueden ver bandadas de hasta 20 mil ejemplares de gaviotines golondrina y disfrutar de las vistas panorámicas.

Además, en sus playas agrestes uno puede disfrutar del descanso al sol o practicar actividades como kitesurf o pesca, desde sus dunas costeras disfrutar de hermosas vistas o contemplar sus pequeñas lagunas. También se pueden ver delfines, lobos marinos de dos pelos y toninas. 

¿Cómo llegar?

Primero se llega a San Clemente del Tuyú, a 328 km de Buenos Aires. Se puede llegar por RN 2 y RP 11, o bien tomar la RP 11 desde Buenos Aires y bordear el Río de la Plata.  

Desde allí a la reserva de Punta Rasa son 10 kilómetros. El camino es de tierra por lo que es recomendable averiguar el estado antes de partir.