Ciencia y Geometría

Nikola Tesla, el misterioso científico responsable del mundo que conocemos hoy

Nikola Tesla es uno de esos personajes que nace cada cientos de años para (r)evolucionar el mundo. Fue un adelantado a su época y por lo tanto un incomprendido en aquel tiempo. Sus ideas moldearon el mundo moderno y tal vez tuvo en sus manos una llave al universo.

Nicolás Hornos
Nicolás Hornos viernes, 23 de septiembre de 2022 · 07:07 hs
Nikola Tesla, el misterioso científico responsable del mundo que conocemos hoy
Nikola Tesla

Nikola Tesla fue uno de los más grandes genios de la historia moderna. Sin embargo, poco se habla en las escuelas de su historia e inventos que moldearon, en cierto modo, el mundo como lo conocemos hoy en día. Fue inventor e ingeniero eléctrico y mecánico, considerado el padre del electromagnetismo.

Tesla fue uno de los hombres que más investigaron acerca de la energía, pero a pesar de todos sus inventos y trabajo duro, murió en la pobreza y la marginalidad, con fama de científico loco. Este científico serbio quería que el mundo obtenga energía libre e infinita para que todos pudieran disfrutar de ella sin agotarla, pues la energía es algo que está en el medioambiente, solo hizo falta descubrirla. Sin embargo, el mundo siguió con la ideas de Thomas Edison. Pero las investigaciones de Tesla son clave para pensar en un mundo más sustentable.

"El día que la ciencia comience a estudiar los fenómenos no físicos, avanzará más en una década que en todos los siglos anteriores de su existencia", Nikola Tesla

Bobinas de Tesla

En sus intentos por desarrollar inventos que pudiera patentar y comercializar, Tesla realizó experimentos con generadores mecánicos, tubos de descarga eléctrica y las primeras imágenes de rayos X. También construyó uno de los primeros barcos con control remoto inalámbrico.

Bobina de Tesla

Sin embargo, uno de los inventos que más le sacó el sueño fue lo que hoy se conoce como la bobina de Tesla. Sus ideas eran muy avanzadas para la época y sabía que con el conocimiento científico necesario se podía generar un sistema inalámbrico de energía en vez de utilizar cableado. Pero la poca eficiencia de este método debido a las pérdidas de energía por dispersión a través del medioambiente hizo necesario que se buscaran otros medios para transmitir energía eléctrica. Hoy en día se continúa usando el cableado. Aunque en los sistemas de transmisión con cableado actuales siguen presentes muchas de las ideas originales de Nikola Tesla.

Nikola Tesla trabajando en su laboratorio.

Nikola Tesla creó su famosa bobina de Tesla en 1891 y demostró el poder del electromagnetismo. Este fue el primer sistema con la capacidad de transmitir energía eléctrica de forma inalámbrica y aunque hoy en día ya no se usa, en su tiempo fue uno de los inventos más revolucionarios. Gracias a ella se lograron crear las primeras antenas de radio y telegrafía, aunque estas no han sido sus únicas aplicaciones.

El poder de la bobina de Tesla reside en un proceso llamado inducción electromagnética. Es decir, un campo magnético cambiante crea un potencial eléctrico que obliga a la corriente a fluir. A la inversa, la corriente eléctrica que fluye genera un campo magnético. Cuando la electricidad fluye a través de una bobina de alambre enrollado, genera un campo magnético que llena el área alrededor de la bobina en un patrón toroidal.

Flujo de energía toroidal.

De manera similar, si un campo magnético fluye a través del centro de un cable enrollado, se genera un voltaje en el cable, lo que hace que fluya una corriente eléctrica.

Pese a no tener uso en gran escala, las bobinas de Tesla continúan siendo útiles en la industria eléctrica de alta tensión para poner a prueba sistemas aislantes, torres y otros dispositivos eléctricos que deben funcionar en forma segura. También se usan en distintos espectáculos para generar rayos y chispas, así como en algunos experimentos de física.

"Si quieres entender el universo piensa en términos de energía, frecuencia y vibración", Nikola Tesla

De la ciencia al misticismo

El destacado fisicoquímico, Werner Heisenberg, quien hizo una fundamental contribución a la teoría de la física cuántico, dijo: "El primer sorbo de la ciencia te vuelve ateo, pero en el fondo del vaso, Dios te está esperando".

Nikola Tesla estudió ingeniería y física, aunque sus intereses eran tan variados que incluso llegaron a rozar con lo esotérico. Tesla tenía numerosas obsesiones inusuales, entre ellas las pirámides de Egipto y ciertos números.

Las pirámides de Egipto han cautivado la atención de Tesla, así como la de millones de personas a lo largo de la historia. El científico creía que las pirámides de Guiza tenían un propósito mucho mayor que sólo servir como enormes mausoleos para las momias. Por ello dedicó gran parte de su vida para intentar descifrar su funcionalidad.

Nikola Tesla se volvió un experto y referente del electromagnetismo. Pero más allá de conducirnos hacia el descubrimiento de los generadores de corriente alterna, Tesla veía la Tierra, nuestro planeta, como un generador enorme de electricidad.

Según Tesla, las pirámides de Egipto eran una de estas fuentes ilimitadas de energía, ya que estaban recubiertas por piedra caliza blanca, con grandes propiedades aislantes. Además, sus bloques internos tienen dentro de su constitución pequeños cristales y metales y sus ejes son de granito. Este último elemento es ligeramente radiactivo y permite la ionización del aire. Y para volverlo todavía más intrigante, las pirámides de Guiza se construyeron sobre canales de agua subterráneos, lo que es conductor de la electricidad.

Pirámides de Giza

Las investigaciones de Tesla lo condujeron a pensar que las pirámides en realidad eran sistemas generadores de iones y para comprobar su teoría, construyó sus propias versiones de las pirámides. Sus diseños estuvieron destinados para probar la transmisión inalámbrica de energía. Además, sus localizaciones no se situaron al azar, para ello Tesla se basó en la ubicación de las pirámides y su relación con la órbita elíptica del planeta y el ecuador.

Así, Nikola Tesla habría descubierto que las pirámides de Egipto en realidad habrían funcionado como sistemas generadores de energía que eran capaces de ser transmitida sin la utilización de cables, sino de la atmósfera.

"Todos somos uno, solo nos separa los egos, las creencias y los miedos", Nikola Tesla

La otra obsesión de Nikola Tesla que no lo dejaba dormir tenía que ver con los número s 3, 6 y 9. "Si supieras la magnificencia de los números tres, seis y nueve, tendrías una llave al universo", decía Tesla.

Para acercarnos a comprender lo que quería decir Tesla hay que recordar que los humanos no inventamos las matemáticas, sino que las descubrimos. Las matemáticas son una ley universal, en cualquier parte del mundo 1+2 = 3. Los números y sus leyes son patrones que se repiten de manera infinita en la naturaleza y la geometría sagrada es un ejemplo de esto. 

geometría sagrada hace referencia al conjunto de formas y patrones geométricos que se encuentran presentes en la naturaleza.

Estos patrones se suceden natural e infinitamente en el universo y pueden descomponerse en secuencias numéricas como el número Pi, la sección áurea o la secuencia Fibonacci.

Sección áurea

La naturaleza obedece a las potencias del sistema binario, en el que el patrón comienza en 1 y se van duplicando los números de manera que obtenemos el patrón: 1,2,4,8,16,32,64,128,256... Las células y los embriones se desarrollan siguiendo este patrón.

Sistema binario

Ahora ¿Qué pasa con los números 3, 6 y 9 que obsesionaron a Nikola Tesla? Pues no están en el patrón. El científico Marko Rodin sostiene que estos números representan un vector de la tercera a la cuarta dimensión, que él llama "campo de flujo". Algunos científicos que siguieron los estudios de Nikola Tesla creen que esta es la clave secreta de la energía libre, algo que Tesla llegó a dominar. 

Si dejamos el sistema binario de lado y usamos el del número 3 obtenemos que duplicar 3 da 6, si lo duplicamos es 12 y descompuesto (1+2) es 3, si duplicamos 12 es 24, y 2+4=6. En esta secuencia no aparece el número 9, es como si estuviera más allá de ambos patrones.

Nikola Tesla murió en la pobreza y la marginalidad, con fama de científico loco. Pero tal vez tuvo en sus manos una llave al universo, como él decía. 

Última foto de Nikola Tesla

 

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