Los tres pueblos con encanto para visitar en una escapada estas vacaciones

Los pueblos argentinos, con sus secretos, sus tradiciones, sus paisajes y por supuesto con su gente atrapan a los viajeros. Cada una de estas pequeñas localidades turísticas invitan a uno a descubrirlas, en especial en vacaciones.

En la provincia de Buenos Aires es posible encontrarse con este tipo de pueblos que quedan en la memoria de cualquier turista. Para estas vacaciones de invierno, tres pueblitos para explorar a pocos kilómetros de la ciudad.

Indio Rico

Esta pequeña y pintoresca localidad del partido de Coronel Pringles se encuentra a poco más de 500 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.

La tranquilidad y amabilidad de sus habitantes, el cuidado de los espacios públicos, su típico paisaje de campo, y sus exquisiteces regionales como quesos, miel y pastelería criolla, convierten a este pueblo en un sitio perfecto para visitar en temporada invernal. Para los que disfrutan del turismo culinario encontrarán acá una exquisita gastronomía que tiene como protagonista platos elaborados con los corderos que se crían en la zona por los lugareños, muchos de ellos con una crianza sustentable.

Oliden

Oliden es una pequeña localidad rural del partido de Brandsen. Este destino es perfecto para pasar el día en un típico pueblo de campo bonaerense. 

Su emblemática panadería es una de las esquinas más conocidas del pago y la que más años lleva en pie. Este típico local comercial se destacada por la producción tradicional y familiar de panificados en horno a leña, donde la galleta es protagonista.

En Oliden, todos los años, entre los meses de septiembre y noviembre, se celebra la Fiesta de la Galleta de Campo. 

Vagues

El pueblo de Vagues se encuentra a tan solo 6 kilómetros de San Antonio de Areco, uno de los destinos más visitados de la provincia de Buenos Aires. Sus árboles añejos, su vieja estación de tren y el arroyo que lleva su mismo nombre le permiten a uno viajar en el tiempo.

Por Vagues el tren ya no pasa pero aún se conserva, casi intacta, su vieja estación. Esta joya ferroviaria fue inaugurada en 1894, allí funciona un Centro de Interpretación Ferroviario con tres salas que cuentan cómo fue la llegada de las primeras locomotoras a la Argentina y les recuerda a los nostálgicos la última parada que hizo en Vagues.