Los errores más comunes cuando guardamos vinos

Es cierto que le prestamos atención a las carnes, o los lácteos cuando los compramos. Y cómo conservarlos. A veces da la sensación que no hacemos lo mismo con el vino. Y de igual manera puede arruinarse si no atendemos a algunas cuestiones básicas que podemos tener todos en casa.

Tendemos a pensar que por regla mágica, todo va a la heladera. Está bueno tomar blancos y rosados bien fríos, y hay gente que hasta los tintos los prefiere así. Pero tenemos que saber que estamos tapando y desechando muchas características esenciales del líquido con estos cambios bruscos de temperatura. 

Así que por defecto no. Los que van en la heladera son aquellos de estilo joven, sin presencia de madera y que se beben en general durante el año de cosecha. Para tintos y blancos con crianza, es preferible que mantengamos el líquido estable en temperatura y humedad; y corregir temperatura en el momento del servicio. 

Otra cuestión es cuando guardamos vinos de más en casa, ya sea porque aprovechamos las ofertas o porque somos coleccionistas. Las cajas de cartón y en posición horizontal no es lo más recomendado. El cartón es un elemento potenciador del calor, y podremos tenerlas un par de semanas así (horizontal si puede ser), pero luego empezamos a correr riesgo de hongos y demás cuestiones negativas en estos envases.

Ya no es tan común, pero en el diseño de algunas casas quedó un lugar para guardar botellas en un sector superior de la cocina. Este es el peor lugar para los vinos. Sufren el calor, el olor de lo que cocinamos, y la sequedad de la misma. El vino debe estar en un lugar oscuro, preferentemente húmedo y alejado de olores que puedan contaminar el corcho. 

También, sino disponemos ni del presupuesto ni del lugar para instalar un equipamiento eléctrico que responda las necesidades del vino, podemos pensar en algun mueble, tipo botellero para guardar los vinos. Eso sí, tienen que ser opacos, que se encuentren en un lugar relativamente fresco y saber que ahí están porque ciertamente me los tomaré en el año. No reemplaza a las cavas de ninguna manera. 

Y para finalizar, es conveniente terminar la botella que se abre y no volverla a tapar con el mismo corcho; ni meterla de nuevo a la heladera. Lo mejor es invertir en una bomba de vacío manual y dejarlo en un lugar fresco. Por el corcho ingresan todo tipo de microorganismos y bacterias que descomponen al vino.