Kimberly Loaiza sufrió un insólito accidente doméstico
La influencer Kimberly Loaizapisa fuerte en las redes sociales, con cerca de 61 millones de seguidores en TikTok y casi 34 millones en Instagram. La mexicana comparte en sus redes escenas de su vida cotidiana, contenido de humor y momentos de su carrera, que en los últimos años se ha enfocado en lo musical.
Kimberly y su pareja JD Pantoja revolucionan México con sus conciertos en el marco de una gira mundial que ya visitó Puebla, Guadalajara y Ciudad de México, con sold out en los tres sitios.
Recientemente, anunciaron su próxima presentación en Argentina, que será el 29 de abril y llevará al país del sur éxitos como “Se motiva”, “Mi plan”, “Error”, “Santa Paloma”, y también los hits de Kim, “No seas celoso”, “Me perdiste” y “Mejor sola”, entre muchas otras, haciendo de este show algo jamás antes visto.
Los cantantes son padres de la pequeña Kima Sofía, de 2 años, cuya cuenta de Instagram creada por fans posee un millón de seguidores.
En las últimas horas, Kimberly compartió con sus seguidores un divertido episodio que le ocurrió con su pequeña hija, que comenzó con un pedido y terminó en accidente doméstico.
A través de sus stories, relató el momento en que su niña le pidió que se acostara en la cuna con ella, y al hacerlo, sintió que la cama “tronó” y se hundió de su lado. “¡Ojalá tenga arreglo esto! ¡No lo hagan!”, recomendó, aún acostada.
La influencer enseñó luego en un video las imágenes de la cuna rota: “Quiero que vean”, señaló, “Esto ya no sirve”, lamentó luego, preguntándose el por qué de este contratiempo.
“Como pueden darse cuenta, estoy acostada con Kima, porque no quería dormir sola la niña hermosa, preciosa. Me dijo ‘ven, mamá, ven’, pues yo dije: bueno, voy a ir a acostarme -nunca me había acostado aquí en la cuna- y en cuanto me acuesto, truena. Estoy hundida de mi lado. No sé qué hacer ahora, ¡ojalá tenga arreglo esto! ¡Detonó la cuna! ¡No lo hagan!”.
“Les voy a decir por qué pasó: porque aparte que la mujercita hermosa preciosa esta quería que yo me acostara, también quería una casita, entonces yo le hice la casita, y cuando me acosté me dejé medió caer y ¡puc! Tronó. Ahí está la casita… Tú eres la culpable”.
“Quiero que vean, ¡Ay no manches! No, esto ya no sirve, no, no, no, ¿por qué?”, exclamó. Parece que llegó la hora de cambiar la cuna de la pequeña Kima.