Adam Sandler contó por qué hace 30 años que no lee las críticas que le hacen

Desde hace ya un par de décadas que Adam Sandler se transformó en uno de los actores más populares del mundo Hollywood. Como uno de los grandes comediantes de la industria, con los años el actor fue ampliando su repertorio y además se transformó en un reconocido guionista y director. Es, sin duda alguna, una marca patentada del cine.

Es cierto que no siempre se puede tener éxito, y eso Sandler lo sabe como buen entendido del mundo del espectáculo. No obstante, en su trayectoria existen personajes que quedarán en la memoria de todos por siempre, y eso definitivamente lo hace un distinto.

Happy Gilmore, La mejor de mis bodas, Little Nicky: el hijo del diablo, Como si fuera la primera vez, Siempre hay tiempo para reír, Los Meyerowitz: la familia no se elige, Adam Sandler 100% Fresh, Diamantes en bruto, El Halloween de Hubie y Garra, son algunos de los proyectos que han marcado positivamente al actor en sus más de 35 años de carrera.

Muchos artistas suelen ver cómo se los analiza en cada trabajo, tanto para bien como para mal. Sin embargo, en el caso de Sandler parece ser todo lo contrario y hace un tiempo, en una entrevista con EW y lejos de las suposiciones, reconoció que las críticas especializadas que recibe de sus proyectos no le preocupan mucho.

¿La razón de esto? Una recordada película que filmó en 1995 llamada Billy Madison. Según recordó Adam, el film fue todo un éxito entre el público y llegó a recaudar más de 25 millones de dólares en taquilla. Sin embargo, la crítica fue muy dura contra la película y la tildó de 'basura'.

“Cuando tenía 17 años y me metí en esto no pensaba en los críticos, solo quería hacer películas que la gente fuera a ver. Cuando se estrenó Billy Madison y los periódicos empezaron a escribir sobre ella, mi amigo y yo nos emocionamos. Ambos habíamos escrito la película, y ahora un medio de Nueva York iba a hablar de ella. Pero al leer lo que decían, el 90% de los periódicos anunciaban que era ‘una basura’”, contó el actor.

Eso fue un punto de inflexión para Sandler, que admitió que esas críticas fueron muy duras y lo marcaron por un tiempo. Definitivamente eso le permitió dar un giro, dejar de leer las opiniones de los críticos y empezar a hacer un producto pensando en el espectador únicamente. Como cuando recién daba sus primeros pasos.

Tras décadas en el negocio y consagrándose como uno de los mejores comediantes de los últimos años, hoy Sandler admite entender que sus películas no resuenen con los críticos. “No van a conectar con ciertas cosas, y eso está bien”, se sincera.