Cómo hizo Matt Damon para perder 280 millones de dólares

Todas las decisiones tienen consecuencias que pueden permanecer en la mente de las personas debido a sus resoluciones. Decisiones que, según el camino que se decidió tomar, serán grandes aciertos o pesados arrepentimientos, y más cuando se trata de ganancias. Justamente, es Matt Damon quien puede mirar para atrás con la idea de: ¿Y si hubiese dicho que sí?

El actor estadounidense de 42 años es, sin dudas, un consagrado de Hollywood. Ampliamente conocido por las sagas de La gran estafa y Bourne, ha participado en otros grandes éxitos en la pantalla grande que lo posicionaron entre las estrellas más grandes de la industria y, por consiguiente, suben su cotización a la hora de que los productores consideren contar con su participación.

Damon mantiene ese estatus de súper estrella desde mediados de los 2000, y se mantuvo con mucho trabajo en esa década, asentando su nombre en lo más alto del séptimo arte, pero fue al final de ese decenio que le llegó una oferta que, teóricamente, no podría rechazar. Sin embargo, la rechazó.

Resulta que, durante la producción de Bourne: El ultimátum, Matt recibió la llamada de otra eminencia del cine, James Cameron, y más allá de los saludos protocolares y el saber cómo está cada uno, el director le comenzó a hablar de un pequeño proyecto que tenía entre mano. “Me ofrecieron una pequeña película llamada Avatar”, contó hace poco más de un año, nada más y nada menos para encarnar a Jake Sully.

Pero no solo le ofreció el papel, sino que el cineasta le ofreció el 10 por ciento de las ganancias, demostrando las ganas de Cameron por tenerlo, pero no se dio. “En ese momento, él tenía que hacer otra película de Bourne y no podíamos hacer nada al respecto. Así que tuvo que rechazar Avatar, muy a su pesar”, dijo James hace pocos días en una entrevista con BBC Radio mientras se reía al recordar ese momento.

Siendo que acaba de estrenarse Avatar: El camino del agua, segunda entrega de lo que será una trilogía que, en el momento de su estreno, allá por 2009, rompió todos los records de taquilla, facturando más de 2.800 millones de dólares. Así que, si Matt Damon hubiera aceptado, se habría llevado una suma cercana de 280 millones, solo para él.

“Sí, perdí más dinero que cualquier actor, la verdad. Y lo curioso es que, lo más importante de ese momento, mi mayor arrepentimiento habría sido causarle un problema a Paul Greengrass (el director) y a mis amigos por (si abandonaba) Bourne: El ultimátum, así que no podía hacerlo”, contó el actor.

Pero Cameron intentó convencerlo, también, por el lado artístico, remarcándole: “Ya sabés, yo solamente he hecho seis películas”, dándole a entender que sus proyectos son muy importantes. Según contó Damon, “me di cuenta de que decir que no probablemente significaba dejar pasar la oportunidad de trabajar con él. Eso es una lástima y todavía me parece brutal”. Aún así, y sabiendo que no fue una buena idea rechazar esa oferta, mal no le fue. “Mis hijos tienen comida que llevarse a la boca, tampoco lo estoy haciendo tan mal”, concluyó.