¿Qué fue de Hierro Indio?: la realidad del proyecto sin su accionista original y con bajo perfil
Fue el proyecto insignia del desarrollo minero de Mendoza. La actualidad es otra. Un conflicto entre accionistas ralentizó su avance y ahora espera repuntar.
El proyecto minero Hierro Indio fue, durante años, la bandera del desarrollo minero provincial. Representó la primera Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobada bajo el marco de la Ley 7722, lo que el gobierno provincial exhibió como prueba de que la minería metalífera era viable respetando la legislación local.
Hoy, ese estatus de proyecto insignia quedó en un segundo plano y se vio afectado por una fuerte disputa por la propiedad de la sociedad. Se enfrentaron el principal promotor que tuvo la exploración y los socios que sumó en el camino. Todo eso, hoy deriva en un proyecto muy modesto que estaría en etapa de desarrollo.
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Hoy, y según informó Rafael Dahl, el actual presidente de Hierro Indio S.A., están próximos a presentar el Informe de Impacto Ambiental para la explotación del yacimiento. El plan incluye la extracción de mineral y la instalación de una planta de molienda. El objetivo central de esta producción primaria es abastecer a cementeras, señaló el representante del directorio. Dahl defendió el plan de sostener una producción pequeña al comienzo, apostando por una industrialización futura que buscaría mayor valor agregado para el mineral.
Hierro Indio se proyectó para explotar magnetita, un mineral de hierro con leyes de hasta el 65%. Se trató de la primera DIA aprobada bajo esa normativa. Después de un amplia búsqueda de financiamiento, finalmente pudo avanzar con la exploración gracias a una sociedad con PRC SAU, empresa estatal que tomó los activos que dejó la brasileña Vale en Potasio Río Colorado y que inyectó dinero para el trabajo exploratorio. Luego de la entrega de Potasio Río Colorado a Minera Aguilar, esa empresa derivó en Impulsa Mendoza.
El proyecto finalizó su primera -y hasta ahora única- campaña de perforación con resultados que calificaron como alentadores. Se perforaron 2.480 metros y los estudios indicaron la existencia de un recurso potencial de al menos 5 millones de toneladas de hierro en el sector explorado. En ese momento una parte de los socios apuntó a avanzar a una etapa de producción, mientras otra parte consideraba que se debía seguir en la etapa de exploración con más campañas.
La judicialización del conflicto societario
La proyección de avance chocó con el conflicto interno que se develó públicamente a fines de 2024. El principal impulsor del proyecto, Guillermo Re Kuhl, anunció la presentación de una demanda contra sus socios, luego de su renuncia al directorio en octubre de 2024 (estaba al frente del proyecto desde 2009), la cual en su momento resultó sorpresiva, pero que tuvo una explicación al revelarse estas diferencias. La sociedad de Hierro Indio en ese momento estaba conformada por los accionistas mayoritarios Guillermo Re Khül y su esposa Catalina Herrera Salazar. A ellos se sumaba Ezequiel Yusin en representación de un grupo inversor, Rafael Dahl e Impulsa Mendoza.
La disputa se originó por una decisión mayoritaria del directorio de realizar un aumento de capital de unos US$120.000. Eso, para avanzar con todo el proceso para solicitar la DIA de explotación y realizar el informe de impacto ambiental. Re Kuhl y su esposa, no estaban de acuerdo con el avance hacia la explotación y decidieron no realizar su aporte correspondiente. La falta de este pago derivó en la "licuación de sus acciones", reduciendo su participación.
El conflicto, que fue judicializado desde inicios de 2025, esconde dos visiones contrapuestas del negocio. Re Kuhl, es el perfil del geólogo que inicia una exploración y luego da paso en los proyectos a una empresa junior que siga en la cadena de desarrollo. Sin embargo, se encontró con una parte mayoritaria de la sociedad que -aún con poco metros de perforación- decidió avanzar a una explotación a pequeña escala. El origen de este quiebre podría encontrarse en 2022, cuando la empresa estatal (entonces PRC SAU) adquirió el 20% del capital con opción de compra por el 80% restante, opción que finalmente no ejerció.
En ese contexto, Re Kuhl cuestionó la estrategia del actual directorio. Argumentó que iniciar la producción con una inversión inicial estimada de solo US$150.000 evidenciaba la falta de "estructura económica y técnica que apuntale el proyecto". Además, acusó una utilización política del proyecto minero.
Las diferencias entre los accionistas finalmente se judicializaron y, según la conducción actual del proyecto encabezada por Dahl, el proceso de avance se vio ralentizado por la disputa con el antiguo controlador de la compañía. El presidente del directorio aseguró a MDZ que las acciones judiciales iniciadas por Re Kuhl se resolvieron a favor del resto de los accionistas. Actualmente, según dijo a este diario, las acciones de Re Kuhl se licuaron y representan menos del 1% de la compañía.
De esta forma, en el corto plazo -y según el actual directorio- debería haber novedades sobre el desarrollo de Hierro Indio, pero con expectativas mucho más moderadas y con una pequeña escala. Sin embargo, desde la sociedad aseguran que este momento modesto de producción es sólo un paso hacia un proyecto de grandes dimensiones que estaría en condiciones de aplicar a un RIGI, por ejemplo. En tanto, la compañía espera ingresar el informe de impacto ambiental para la etapa de producción en el corto plazo.



