Por qué invertir en Inteligencia Artificial en el sector de la salud
La Inteligencia Artificial impulsa avances médicos en salud, desde la prevención hasta terapias personalizadas que transforman la atención sanitaria.

Los pacientes suelen quejarse por el tiempo que los médicos le dedican en cada cita.
Freepik.Los pacientes suelen quejarse por el tiempo que los médicos le dedican en cada cita. Y tienen razón: mientras los profesionales de la salud le destinan unos 15 minutos a cada persona que atienden, gastan 33 minutos en tareas administrativas que no agregan valor económico. En este contexto, la inteligencia artificial (IA) se presenta como un multiplicador de ingresos.
El problema, en realidad, es mundial: un estudio de la Asociación Médica Americana reveló que los profesionales dedican solo el 27% de su tiempo a atención clínica directa, mientras que el 49,2% se consume en registros electrónicos y trabajo administrativo. Traducido a términos financieros, esto significa que las organizaciones de salud están pagando casi dos horas de trabajo no facturable por cada hora que genera ingresos.
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Como influye la Inteligencia Artificial
Este ejemplo revela la ineficiencia operativa que hay en el sector de la salud. Pero el impacto va más allá, porque hay pérdida en la productividad médica ya que cada médico que podría atender 15 pacientes por día, apenas logra ver ocho. Incluso, el 57% de los profesionales considera abandonar la práctica por agotamiento, que trae aparejados costos de reclutamiento, capacitación y tiempo perdido. Por último, el 54% de los médicos reconoce que la complejidad administrativa afecta negativamente la calidad de atención, según un sondeo internacional. Pacientes insatisfechos significan menos referencias, peor reputación y reducción de ingresos.
En este contexto, la inteligencia artificial (IA) se presenta como un multiplicador de ingresos. Los casos de éxito internacionales muestran retornos que transforman completamente la ecuación financiera, comenzando por la automatización del 44% de las tareas administrativas. De hecho, una investigación realizada en Inglaterra demostró que casi la mitad del trabajo no médico puede automatizarse, liberando tiempo facturable de forma inmediata.
Los centros que han implementado estas tecnologías reportan incrementos del 30 al 40% en pacientes atendidos sin necesidad de aumentar la plantilla médica. Esto significa que la misma inversión en recursos humanos genera significativamente más ingresos. Simultáneamente, la automatización de agendas, turnos y documentación reduce los costos operativos hasta en un 25%, eliminando la necesidad de contratar personal administrativo adicional.
Los centros pioneros ya están cosechando beneficios tangibles
Los sistemas de IA para programación de cirugías han logrado reducir tiempos muertos en un 35%, permitiendo entre dos y tres procedimientos adicionales por día en el mismo quirófano sin modificar los horarios del personal. Por su parte, los médicos que cuentan con asistentes virtuales durante las consultas aumentaron su productividad un 45%, logrando atender más pacientes mientras mejoran significativamente la calidad del diagnóstico gracias al acceso a información contextual en tiempo real.
Uno de los avances más impactantes ha sido la automatización de historias clínicas. La transcripción automática de consultas libera unos 90 minutos diarios por médico, tiempo que se reinvierte directamente en atención facturable. Esta tecnología no solo mejora la eficiencia, sino que reduce los errores de transcripción y garantiza registros más precisos y completos.
Incluso, las nuevas generaciones de pacientes, más informadas y exigentes, eligen centros que ofrecen experiencias ágiles, personalizadas y tecnológicamente avanzadas. Valoran la eficiencia en los procesos, la precisión en los diagnósticos y la atención personalizada que solo es posible cuando los médicos cuentan con tiempo suficiente para dedicarles.
Quizás el beneficio más estratégico es la escalabilidad sin proporcionalidad de costos. Mientras los competidores necesitan contratar más personal para crecer y expandir servicios, los centros con IA pueden aumentar su capacidad de atención con la misma plantilla, mejorando márgenes y competitividad de manera sostenible.
Los números de implementación son contundentes
El payback promedio oscila entre 8 y 12 meses, mientras que el incremento en ingresos alcanza entre el 20 y 35% en el primer año. Simultáneamente, la reducción de costos operativos se sitúa entre el 15 y 25%, y la mejora en satisfacción del paciente aumenta entre 40 y 60%.
El marco regulatorio se está desarrollando, la tecnología está madura y los casos de éxito internacionales proporcionan el roadmap perfecto. Dicho esto, la pregunta no es si se debe invertir en IA, sino si puede permitirse no hacerlo mientras su competencia toma la delantera.
* Diego Pereyra, médico y Global Healthcare director en Softtek.