Mapa del empleo mendocino: cuando el tamaño sí importa y polariza
Un informe de la DEIE revela la polarización del empleo en Mendoza. Auge de pequeños negocios y un repunte de grandes firmas en ciudades.
Los microemprendimientos son los grandes generadores de empleo en Mendoza.
Archivo MDZLa reciente publicación de las Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2024, elaborada por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), ofrece una fotografía de la estructura del empleo provincial, permitiendo discernir el verdadero peso de los distintos tamaños de establecimientos.
Aunque la provincia vio un aumento general de ocupados (de 838.248 en 2022 a 891.232 en 2024), el análisis por cantidad de empleados revela una marcada polarización y un crecimiento incipiente de las grandes empresas, concentrado casi exclusivamente en el ámbito urbano.
Te Podría Interesar
El informe de la DEIE permite desglosar el empleo según el tamaño de la empresa, ofreciendo claves para responder si la provincia alberga un tejido empresarial dominado por gigantes o por la micro y pequeña empresa.
Reinado indiscutible de los microemprendimientos
La categoría de establecimientos de hasta 5 personas, que engloba a microemprendimientos y negocios familiares, se mantiene como el motor principal del empleo mendocino y, de hecho, ha crecido en relevancia. En 2022, el 53,9% del total de ocupados trabajaba en estas unidades. Para 2024, esta cifra se elevó al 57,3%, significando un aumento de 3,4 puntos porcentuales.
La injerencia de estos pequeños formatos es aún más evidente en las zonas rurales, donde alcanzaron el 64,9% del empleo en 2024 (un aumento de 5,1 puntos porcentuales respecto a 2022). Este dato subraya una fuerte dependencia del autoempleo y las estructuras laborales mínimas fuera de los centros urbanos.
Las PyMEs intermedias en retroceso
En contrapartida, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) de tamaño intermedio, es decir, aquellas que emplean entre 6 y 40 personas, vieron disminuir su participación. Del 31,4% del empleo total en 2022, pasaron al 28,9% en 2024. Esta caída (-2,5 puntos porcentuales) fue más pronunciada en las áreas urbanas (-3,7 puntos porcentuales), lo que sugiere una reestructuración donde estos empleos se habrían movido hacia los extremos: o a microempresas o a firmas de mayor envergadura.
Similar tendencia se observa en los establecimientos de 41 a 200 personas. Aunque representan un segmento más cercano a la gran empresa, también experimentaron una reducción, pasando del 8,7% del empleo total en 2022 al 8,0% en 2024. Lo más llamativo es su disminución en las zonas rurales, donde cayeron de 7,6% a apenas 4,6%, lo que indica una menor presencia de empresas de este calibre fuera de los núcleos urbanos.
Grandes empresas: crecimiento urbano
La pregunta central sobre la existencia y el crecimiento de grandes empresas en Mendoza se responde positivamente, aunque con un matiz geográfico crucial. La categoría de establecimientos de más de 200 personas mostró un notorio incremento en su participación en el empleo provincial. Pasó del 4,2% en 2022 a un 5,8% en 2024, lo que representa un aumento de 1,6 puntos porcentuales.
Sin embargo, este crecimiento es casi exclusivamente un fenómeno urbano. En las zonas urbanas, las grandes empresas incrementaron su participación del 4,8% en 2022 a un robusto 7,2% en 2024, sumando 2,4 puntos porcentuales. Esto confirma que, si bien numéricamente no son la mayoría, las grandes firmas tienen una presencia creciente y significativa como empleadores en los principales centros urbanos de Mendoza.
Para las zonas rurales, la situación es diametralmente opuesta. El informe de la DEIE señala que el dato para grandes empresas en 2024 "no fue estadísticamente significativo", en contraste con el 2,2% que representaban en 2022. Esto implica que la presencia de grandes empleadores en el campo es mínima o se ha reducido a niveles que la estadística actual no puede captar con certeza, acentuando la polarización del empleo rural hacia las microempresas.
Balance final
En síntesis, Mendoza presenta una estructura dual del empleo: un ecosistema vibrante de microempresas, especialmente en el sector rural, que se consolida como el principal generador de puestos de trabajo. Y, por otro lado, un segmento de grandes empresas que, aunque minoritario en la composición total, muestra un crecimiento y se afianza como un motor de empleo estratégico en las áreas urbanas. La brecha entre el empleo urbano y rural en el segmento de grandes empresas es un indicador clave de las diferencias en la diversificación y escala de la actividad económica entre ambas zonas.