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Juega Argentina: cómo cerrar la brecha productiva con estrategia y regeneración

El 61° Coloquio de IDEA dejó un rumbo: competitividad con acción interna, eficiencia, suelo sano y conocimiento para transformar potencial en resultados.

Presidente Javier MIlei

Presidente Javier MIlei

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El 61° Coloquio de IDEA que tuvo lugar hace unos días, volvió a recordarnos que “salir a la cancha” requiere más que diagnósticos: exige estrategia, coordinación y acción. Bajo el lema “Juega Argentina ”, el encuentro puso foco en la competitividad, entendida no solo como eficiencia productiva, sino como capacidad de generar valor en un contexto global cada vez más desafiante.

Al final, la verdadera pregunta sigue siendo la misma: qué podemos hacer, desde adentro de las empresas para producir más, mejor y de manera sustentable.

Argentina tiene con qué

La capacidad, los recursos y el talento están. Pero todavía existe una brecha entre lo que podríamos hacer y lo que efectivamente logramos. En el agro, esa diferencia es visible. Distintos relevamientos del INTA y del Global Yield Gap Atlas muestran que nuestros cultivos aún rinden por debajo de su potencial, mientras que países como Brasil lograron acortar esa distancia apostando a la eficiencia, la tecnología, el manejo del suelo y la incorporación de bioinsumos.

Esa brecha no es solo una cuestión técnica: es una metáfora de nuestra competitividad nacional. Tenemos cancha, tenemos jugadores, pero todavía nos cuesta definir el arco. Sabemos producir, pero muchas veces no logramos convertir esa capacidad en resultados sostenibles. Y eso no depende solo del contexto: depende de cómo elegimos jugar cada día.

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Todavía existe una brecha entre lo que podríamos hacer y lo que efectivamente logramos.

Todavía existe una brecha entre lo que podríamos hacer y lo que efectivamente logramos.

La productividad no se impone desde afuera, se construye puertas adentro, en la forma en que lideramos, en cómo organizamos los equipos, en la manera en que usamos lo que tenemos y en la capacidad de adaptarnos. Competir mejor no siempre significa invertir más, sino usar mejor los recursos disponibles, reducir desperdicios, optimizar procesos y generar valor agregado desde el conocimiento.

En el campo, esa lógica se ve con claridad. Regenerar la tierra no solamente es una consigna ambiental, es una estrategia de productividad. Los suelos que se cuidan producen más y mantienen su equilibrio a lo largo del tiempo. Incorporar prácticas sostenibles, manejar mejor el agua y utilizar bioinsumos son decisiones que no solo mejoran el rendimiento, sino que también construyen una relación más inteligente con la tierra.

Gran parte del potencial no aprovechado del agro argentino se encuentra en los pasos previos a la siembra: la elección de la genética, la planificación de la densidad, el manejo nutricional y la gestión de productos biológicos. En otras palabras, la brecha de rendimiento no se cierra con más superficie, sino con más conocimiento.

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Regenerar la tierra no solamente es una consigna ambiental, es una estrategia de productividad.

Regenerar la tierra no solamente es una consigna ambiental, es una estrategia de productividad.

Lo mismo ocurre dentro de las empresas. Regenerar también puede significar revisar procesos, capacitar personas, fortalecer equipos o recuperar el propósito que da sentido al trabajo diario. Innovar no siempre implica incorporar algo nuevo, sino volver a hacer bien lo esencial. Puede estar en una nueva forma de organizarse, en un liderazgo más humano o en una cultura que incentive la colaboración.

Apuesta a la competitividad

La competitividad no se logra de un día para otro, se entrena. Como en cualquier equipo, los resultados dependen del compromiso, la constancia y la coordinación. Entrenar significa cuidar los recursos, medir los resultados, compartir conocimiento y animarse a cambiar. Significa también tener una visión común: entender que el crecimiento individual no alcanza si no impulsa al conjunto.

Argentina sale a la cancha con historia, talento y espíritu emprendedor. Si logramos reducir esa brecha productiva, regenerar lo que está agotado y combinar innovación con compromiso, vamos a demostrar que la productividad no es una utopía, sino una práctica posible.

Competir mejor no es solo ganar mercados: es trabajar distinto, con estrategia, colaboración y confianza en lo que somos capaces de hacer. Porque cuando Argentina juega en equipo, la cancha siempre se inclina a favor.

* Joaquin Basanta, Presidente de Agro Sustentable.