El Gobierno sostuvo su proyección de crecimiento del PBI, pero las consultoras ya ven una desaceleración
Gobierno mantuvo proyección de crecimiento del PBI 2025, pero consultoras advirtieron desaceleración y vislumbran menor impulso en actividad y consumo.

El Gobierno sostuvo su proyección de crecimiento del PBI, pero las consultoras ya ven una desaceleración.
Santiago TaguaPese a algunos datos que muestran un freno en la actividad económica, el Gobierno ratificó su proyección de crecimiento del 5,5% para el PBI en 2025. Sin embargo, en el sector privado ya se encendieron las luces de alerta: varias consultoras económicas empezaron a registrar señales de desaceleración en los últimos meses.
De acuerdo con el relevamiento de Orlando Ferreres, la economía cayó un 0,2% en mayo respecto de abril, aunque mostró un repunte del 4,1% en la comparación interanual. En paralelo, desde Equilibra estimaron una baja mensual del 0,3% y un crecimiento del 5% en términos anuales, aunque con una advertencia: el impulso que mostró la economía a comienzos de año comenzó a perder fuerza en el segundo trimestre.
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En detalle, Equilibra destacó un comportamiento desigual entre sectores. El agro creció 4% interanual, mientras que la industria y los servicios sostuvieron el nivel general. No obstante, al mirar el promedio trimestral, la actividad se retrajo un 0,3% en comparación con los tres meses anteriores, lo que sugiere una pausa en la recuperación.
Ferreres también observó una desaceleración en sectores como la construcción, que en mayo registró una caída del 3,9% interanual. La industria, en cambio, mostró un avance del 2,3%. Con estos datos, el acumulado de los primeros cinco meses del año reflejó una suba de 4,5%, pero con un ritmo que comienza a ser más lento.
Pese a las diferencias de lectura, Gobierno y consultoras coincidieron en que el crecimiento de 2025 cerrará cerca del 5%. La preocupación, sin embargo, está puesta en lo que viene: una demanda interna todavía débil, una inflación que sigue alta y un tipo de cambio real que podría enfriar la inversión.
En ese contexto, la economía parece haber entrado en una fase de enfriamiento tras el rebote inicial, y aunque no se espera una caída abrupta, sí podría haber un segundo semestre menos dinámico. El desafío para el Gobierno será sostener sus metas sin perder el pulso del consumo ni la confianza de los inversores.